Obama se la juega en el Congreso por evitar “precipicio fiscal”
Este viernes el mandatario se reunirá con los principales líderes demócratas y republicanos para evitar una combinación de subidas de impuestos y recortes públicos por al menos 500.000 millones de dólares que afectaría al país el próximo año.
El presidente de EEUU, Barack Obama, se reúne este viernes con los principales líderes demócratas y republicanos del Congreso para comenzar las negociaciones de un acuerdo que permita reducir el déficit y evitar el temido “precipicio fiscal”.
La reunión se producirá a 46 días de que, si no hay acuerdo, entre en vigor el “precipicio fiscal”, una combinación de subidas de impuestos y recortes públicos por al menos 500.000 millones de dólares el próximo año.
Obama ha insistido en que el Congreso prorrogue los recortes tributarios que vencen a fin de año para el 98% de los estadounidenses que ganan menos de 250.000 dólares y para el 97% de los pequeños negocios que perciben esa misma cantidad de ingresos.
Pese a la objeción de los republicanos, el mandatario también insiste en que los ricos deben pagar más impuestos y, por lo tanto, no deben ser incluidos en esos recortes tributarios, instituidos en 2001 y 2003 durante la presidencia del republicano George W. Bush.
“No podemos hacer rehén a la clase media mientras debatimos recortes tributarios para los más ricos”, dijo Obama el miércoles, durante su primera rueda de prensa desde que ganó la reelección el pasado 6 de noviembre.
Obama quiere una prórroga de los recortes de impuestos para evitar un impacto negativo en la época de compras navideñas, que tradicionalmente se inician con el “Viernes Negro”, el día después del feriado por el “Día de Acción de Gracias” y que este año se celebrará el 22 de noviembre.
El “Viernes Negro” es cuando las tiendas minoristas ofrecen grandes descuentos para incentivar el consumo y así recuperar su rentabilidad o incluso aumentar sus ganancias.
Entre el martes y el miércoles pasados, Obama se reunió con decenas de líderes empresariales, laborales, cívicos y “progresistas” para recabar apoyo a su idea de elevar los impuestos a los ricos y mantener la presión sobre el Legislativo.
La mayoría de los analistas ha advertido de que, sin un acuerdo, el “precipicio fiscal” provocaría una nueva recesión en el país en 2013.
Según una encuesta de la empresa Gallup divulgada el jueves, nueve de cada diez estadounidenses cree que la recuperación económica es la máxima prioridad del país.
Sin embargo, la subida de impuestos para los ricos es uno de los asuntos más polarizantes de la nación: el 70% de los demócratas y el 45% de los independientes apoyan esa idea, contra sólo el 20% de los republicanos, indicó Gallup.