Julian Assange padece de afección pulmonar crónica, según embajadora de Ecuador
La embajadora ha pedido al Gobierno británico un salvoconducto para que pueda ser tratado en un hospital en caso de que su salud se deteriore, además se indicó que el periodista australiano se encuentra "en un espacio reducido" en la legación diplomática.
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, asilado en la embajada ecuatoriana en Londres desde junio pasado, padece de una afección pulmonar crónica que puede agravarse, dijo este miércoles la embajadora de Ecuador ante el Reino Unido, Ana Albán.
Assange “tiene una afección crónica al pulmón que se pudiese agravar en cualquier momento”, subrayó Albán en Quito, momentos antes de una reunión con el presidente Rafael Correa.
“El Estado ecuatoriano está cubriendo con los gastos médicos del señor Assange y le proporcionamos a él visitas médicas regulares”, sostuvo la embajadora.
El periodista australiano, que se refugió en la embajada para evitar ser extraditado a Suecia, que lo requiere para una investigación por delitos sexuales, se encuentra “en un espacio reducido” en la legación diplomática, recordó la embajadora.
El Gobierno británico no reconoce la concesión de asilo a Assange, se niega a darle un salvoconducto para que pueda dejar la embajada y ha advertido que la policía le detendrá en cuanto ponga un pie fuera de territorio diplomático.
Ecuador ha pedido ahora al Gobierno británico un salvoconducto para que pueda ser tratado en un hospital en caso de que su salud se deteriore, según ha indicado su cancillería.
Recientemente, uno de los abogados de Assange, el español Baltasar Garzón, afirmó que su cliente está sometido a un control médico y dijo que “si bien no es preocupante la situación, no quiere decir que en cualquier momento no comience a serlo”.
Assange ha afirmado que es objeto de una persecución política por la divulgación en WikiLeaks de miles de cables diplomáticos delicados para varios países, especialmente Estados Unidos.
El australiano, al que Ecuador otorgó asilo en agosto, mantiene que si Suecia lo extradita a Estados Unidos podría afrontar la pena de muerte o cadena perpetua por publicar información confidencial.
Al respecto, Albán señaló que está a la espera de una reunión con el jefe de la diplomacia británica, William Hague, o la ministra del Interior, Theresa May, “para hablar de las posibilidades de un salvoconducto o las garantías de que no proceda una segunda extradición”.