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18 de Enero de 2013

Doris Leiva, Candy Kournycoba, o la Kournicova chilena: "yo soy de gusto chileno"

La hoy empresaria del erotismo y la agricultura, una de las strippers más célebres del país por su perfomance con la raqueta, aparecerá prontamente en "Apuesto por ti" de TVN y con ello a la primeras primeras planas, tras dos años de semi retiro. Quiere dar un paso en su carrera y ser Vedette, “Yo soy de gusto chileno", confiesa en entrevista exclusiva para El Dínamo.

Por Miguel Correa
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La Kurnicova vuelve a la televisión chilena. No la tenista, sino la sexy striptisera nacional Candy Kournycoba, el alias con que Doris Leiva sorprendió a todo un país hace más de una década al demostrar que una raqueta no sólo era útil para cruzar una pelota de un lado a otro de la red, sino que también para encender el libido de miles de personas que asistían a cada discoteca donde se presentaba. .

“Estaré en un programa de concursos. Saldré como la Kournycoba en como un mes”, adelanta a El Dínamo tras salir de una reunión en TVN. Se ve feliz. Sus ojos color miel y su pelo dorado relucen. Sus curvas también.

Candy se dedica hace trece años a lo mismo, aunque recientemente estuvo desaparecida por casi dos años de Chile. Se fue a Alemania para tratarse de un rebelde tumor lumbar. El tratamiento no resultó, retornó al país fue operada en diciembre del 2011 y ahora se someterá a una segunda intervención. Al vestido ceñido y el raquet ha debido sumar un corset que le protege la espalda en el escenario.

“Es especial. Afecta algunos movimientos, es que yo antes era súper eléctrica en el escenario, corría de aquí para allá, ahora estoy más tranquila, estoy madurando, jajaja. Pero igual hago mis cosas, ya no con tanta pirueta como antes”, dice.

Hoy Candy es empresaria. Se maneja como tal, negocia con un grupo de 25 chicas, pero paralelamente está instalando un negocio de lechugas hidropónicas con un amigo de La Estrella, en la Región de O’Higgins, al que planea sumar papas, habas, arvejas, orégano, cebollas y árboles frutales. Además, anualmente se pone con una feria navideña en Peñaflor. Se llama “La Boite”.

“¡Estoy lista para sobrevivir!”, bromea. “Es que yo soy del campo, tengo hasta horno de barro, hago pan. Yo a todos los despierto con desayuno, pan amasado, huevo a la copa. Soy querendona y me gusta atender. Soy más de piel, yo creo que por eso me siguen llamando para trabajar”, reflexiona.

A través de su Facebook “Candy Kournycoba” hace los contactos de su negocio de bailes, animación y servicios. Sus principales llamados son de las empresas, las mineras, las discotecas, para despedidas de solteros. “Porque tengo muchas niñas que trabajan conmigo, no necesariamente voy yo. No son damas de compañía, pero hay muchas mineras chicas que necesitan que vayan de garzonas, de varias cosas”, asegura.

¿Y cómo se mueve tu negocio?
Bien, hago empresas, mineras, todavía hago las fiestas mechonas, todavía me quieren los estudiantes, jaja. Hago discoteques, cumpleaños,  bienvenidas. Para las elecciones trabajo harto también, en los eventos de los candidatos, sus cierres de campañas.

¿Y cómo estuvo la elección pasada para ti?
Estuvo muy buena, fui como a diez actos de cierre de campaña. Ya estaba hasta media aburrida, jajaja.

¿Para candidatos de los dos lados?
Sí, obvio.

¿Ahí no hay color político que valga?
No, yo voy donde están las lucas, aparte que no voto. El negocio personal es mejor si voy sola, porque mi show es caro. Yo sola vendo mucho más que si ando con niñas. No tan, tan, tan caro, pero si me llevan a mí a lo mejor podrían llevar cinco niñas, pero a veces ellos prefieren el mío porque es distinto a los demás. Obviamente que es más fuerte. La ventaja es que yo no necesito tanta publicidad, porque la gente me conoce.

Pero había gente que pensaba que estabas retirada, por tu partida a Alemania, ¿no?
Claro, estuve casi dos años fuera, pero yo no puedo estar sin trabajar, porque a mí me gusta lo que hago, me siento viva, bien, útil. Yo estoy para estar en mi casa esperando que lleguen las lucas.

En esos casi dos años en Alemania, ¿echaste de menos tu trabajo?
Demasiado. Echaba de menos todo y no trabajé porque iba con mi espalda muy mala, entonces no podía.

EL IPC SEXUAL

En Chile la plata está en la minería, sector con el que trabajas. ¿Has notado esa bonanza?
Amarretes no son. Normalmente las mineras me contratan y estas empresas ponen harta plata en la Teletón. Los que salen a dar la plata ¡son los mismos que a mí me contratan! Yo los llamo y los leseo. Les digo: “Oye, ¡que tenís buen corazón!” Jaja. Yo veo que en esa parte hay bastante dinero.

Ante el buen momento del país, ¿tus precios se han reajustado?
Yo subo igual como todo en la vida. Sube el azúcar, sube el pan, pero los sueldos no suben. Sin embargo, mi sueldo yo lo tengo que subir porque uno invierte sus lucas en su cuerpo, en ropa, movilización. Uno tiene que subir el precio del cuerpo, porque además ¡entre más maduro, mejor!

¿Te siguen pagando tan bien como cuando eras más joven?
Cobro incluso un poco más y me lo pagan, eso quiere decir que estoy en buen estado físico. ¡Estoy como el vino!

¿Y hasta cuándo te proyectas en esto? Porque imagino que no se puede estar toda la vida…
Y por qué no, si teniendo buen cuerpo uno puede tener 50 años y una cara linda… Mira, me gustaría, pero también me gustaría hacer otras cosas.

¿Cómo qué?
No me gustaría hacer desnudos toda la vida, me gustaría hacer menos destape y más show, más vedette, algo que en Chile no hay. La vedette es más sensual, de movimientos finos, hace un baile. Hoy en día cualquiera se sube al escenario a sacarse la ropa y le van a pagar 15 ó 20 lucas, pero a una vedette no.

¿Pero qué crees que prefiere ver el chileno: una vedette o una stripper?
Al chileno le gusta ver de todo. Hay público para todo y eso es bueno, que haya diversidad.

LA VECINITA

¿Cuánto tiempo inviertes en ti? Describe un día tuyo.
En la casa corro todo el día, no tengo tiempo para ir al gimnasio, pero me conservo estupenda, jeje. Como liviano, pero antes de las ocho de la mañana ya estoy tomada de desayuno. No me gusta tener nana, porque he tenido malas experiencias. Yo vivo con uno de mis tres hijos. Es pesado, tengo que estar preocupada de que no salga a la piscina, que no vaya a abrir el portón del condominio. Es complicado, tengo que levantarme muy temprano, hacer el aseo, el almuerzo, lavar la ropa, secar. Hago de todo, menos planchar.

No es muy sexy tu rutina. Imagino que no andas vestida tan sexy en tu casa.
Yo ando de tanga todo el día, jaja. No, ando súper sport en mi casa, con short o falda de tenis y peto todo el día, entonces llegan todos los vecinos a pedir algo, siempre.

¡¿De verdad?!
Sí, y mis vecinas me adoran.

Yo creo que te odian.
¡Me adoran! Es que yo a ellos no los tomo en cuenta, me dan risa.

¿Se ponen frescos?
Con sonrisitas nomás, como tímidos. Yo vivo en un condominio súper chico, que son 13 casas aisladas. Todos nos conocemos, entonces me da lo mismo cómo andar, porque los únicos que me están mirando son ellos y nadie más. Bueno, pero igual le pongo su poco de picardía de repente al salir a barrer, jajaja; o en la piscina primero me baño y de ahí la limpio, jaja. Todos los domingos tengo a los hijos de mis vecinos bañándose en mi piscina, porque van mis amigas y mis amigos. Ahí tengo mi barra pop, jaja.

Me tinca que tu ego está por las nubes.
No creas, yo igual sufro, porque pasan los años, veo las fotos de antes y las de ahora y es harta la diferencia.

¿Qué de antes te gustaría tener ahora, y en qué encuentras que hoy estás mejor?
De antes me gustaría que mi cuerpo estuviera más marcado, porque ahora tengo más pa’ abajo y más pa’ arriba, con cintura eso sí. Estoy más como la Yayita (de Condorito). Eso me complica un poco, porque cuando voy a bailar la otras niñas dicen: “ay, esta se operó aquí, esta se operó allá” o “está muy gorda”.

¿¡Gorda de dónde!?
¡Es que todas las niñas hoy son flacuchentas! Yo no, yo soy de gusto chileno. Al chileno le gusta agarrar, no le gustan las minas flacuchentas. Si te vas a agarrar un pedazo de carne, tienes que tener de dónde agarrarlo, ¿no?

¿Y qué más?
Me gustaría haber aprovechado todas las oportunidades que tuve, porque deseché demasiadas por respeto a la persona con quien estaba pololeando. Yo deseché muchos negocios, porque le dediqué el tiempo a él. No me arrepiento de él, sino de lo que no hice.

Y de hoy, ¿qué te gusta más?
El trasero, que ahora lo tengo más grande y me encanta. Y en la vida, toda la experiencia que he ganado desde que partí, hace trece años.

En esos trece años ¿ha cambiado mucho tu vida?
No, fíjate que lo único que ha cambiado es que he tenido plata. Tengo los mismos amigos y más, mi mismo círculo social, soy súper sencilla. Hoy voy a un evento y me gano uno o dos millones de pesos, pero para mí eso me da y me viene. Así como me llegó la plata, se fue, y hoy puede que no tenga, pero mañana voy a tener.

El Nacimiento de un mito

¿Cómo se te ocurrió el show de la Kurnicova y su célebre raqueta?
La verdad es que yo en ese tiempo ya pololeaba con Rodrigo Pinto, que en ese tiempo era arquero de Santiago Morning. Él sigue siendo mi pareja. Nosotros comprábamos mucho en Puma. Ahí comprábamos no sólo para nosotros, sino para regalarles a mis sobrinas, a mi casa, a todos. El encargado un día le dijo a Rodrigo que tenía un regalo para mí. Como yo siempre iba a comprar utensilios de tenis, porque yo jugaba, me regaló un vestido de tenis y varios accesorios más. Yo en ese tiempo ya trabajaba de stripper y lo vi y como que se iluminó. Pensé: “Todas se visten igual, que la secretaria, que la colegiala, que la enfermera. No, yo voy a salir de tenista”.

¿Le hiciste ajustes?
Agarré el vestido y lo enchulé, lo acorté, le puse velcro atrás, unos brillitos y listo. Yo tenía un raquet que era de un niñito, que estaba adaptado para la mano de un niño chiquitito. Le puse harto grip nuevo, para que no se resbalara y quedara firme. Y así llegué a la Scratch de Viña y el encargado me pregunta de qué iba a salir. Yo entonces tenía el pelo mucho más largo y me hacía una trenza. Me miró y me dijo: “Ya sé, tu vas a ser la que está de moda: La Kurnicova”. Y así partió.

¿O sea que no fue idea tuya?
¿No poh, pero espera. Me presentan en el escenario, salgo y empiezo a sacarme la ropa y de repente me siento y casi me caigo, entonces me apoyé en la raqueta y dije: “¡Ay!”. Pensé, “aquí muero… qué hago” y me paré con la raqueta puesta, porque si me la sacaba se iba a ver feo. Atrás había un tremendo espejo que hacía que el público te viera por los dos lados. Y ahí nació la Kurnicova para siempre.

 ¿Entonces fue el resultado de un chascarro?
Nació de un chascarro, puras casualidades de la vida, gracias a Dios. Gracias a eso le debo mi casa, mi auto, mis negocios, el bienestar de mi familia, todo.

Y de ahí ¿te pusiste a entrenar los movimientos con la raquet?
De ahí ya sales solos. La que tiene actitudes le van a salir fáciles. La que es tiesa no lo va a hacer nunca. Tuve muchas dobles y hasta triples, pero yo en esa época me hice conocida, salían fotos mías en los diarios, entonces se daban cuenta que no era la original.

A trece años de su inicio, ¿el show con la raqueta sigue funcionando igual?
Igual, todos los fines de semana. Yo trabajo con la Noellia (Arias, la Licenciada Tetarelli) y he tratado de no hacerlo, pero todos empiezan a gritar: “¡La raqueta, la raqueta!”. Yo creo que nunca voy a poder deshacerme de la raqueta, me voy a ir a la tumba con la raqueta.

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