Comisario de Comercio espera que la inversión de Latinoamérica en UE aumente
El comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, aseguró que espera un aumento de las inversiones latinoamericanas en la UEpara equilibrar las europeas en su territorio y mantener un modelo comercial sostenible.
“Creo que es muy importante que sigamos invirtiendo en esta región (América Latina y el Caribe), y que tengamos cada vez más inversiones orientadas en el futuro, pero espero que haya también cada vez más inversiones de Latinoamérica en Europa, porque esa es la única manera de tener un esquema sostenible de comercio”, indicó el político belga.
De Gucht participa hoy y mañana en una cumbre empresarial en Santiago, que precede a la que mantendrán los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) a lo largo del fin de semana.
“Creo que las inversiones se han convertido en una parte esencial del comercio (…) Y para mantener esta cadena de valores y también esta cadena de suministro en todo el mundo son necesarias inversiones en ambas partes”, recalcó.
La inversión extranjera de la UE ascendía a 385.000 millones de euros acumulados en 2010, “que es más de la inversión combinada en Rusia, India y China, así que somos un gran inversor aquí”, enfatizó el comisario europeo.
“La mayor parte de las inversiones van muy bien, estamos haciendo beneficios aquí, si no, no seguiríamos invirtiendo”, consideró De Gucht, quien admitió que en ocasiones surgen “algunos problemas”, como la decisión de Argentina de nacionalizar la petrolera YPF a la española Repsol.
Desde su punto de vista, Europa es “un lugar perfecto para invertir, porque el Estado de derecho es muy prominente, y el mercado único también proporciona un marco único para las inversiones”.
Al mismo tiempo, señaló que la situación en Latinoamérica está mejorando “hablando en general”.
“Vamos a ser claros, ahora mismo la situación en la mayoría de los socios latinoamericanos es aceptable; los progresos siempre son bienvenidos, pero no es como si hubiera problemas predominantes con todas las inversiones en Latinoamérica”, subrayó, e hizo hincapié en que problemas puntuales con Argentina no representan “el color del clima de inversiones en toda Latinoamérica”.
En lo referente a las negociaciones en curso entre la UE y el Mercosur (formado por Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y Paraguay), defendió haber realizado “bastantes progresos” en la parte normativa del capítulo comercial.
Sin embargo, avanzó que el intercambio de ofertas de acceso a mercados “sólo llegará cuando la situación con Paraguay (suspendido del Mercosur desde junio de 2012 tras la salida del poder del presidente Fernando Lugo) se haya normalizado y Venezuela se convierta en un miembro pleno”.
“Políticamente, este acuerdo no está muerto”, recalcó, e insistió en la importancia de “que procedamos ahora, porque es parte de todo un mosaico de negociaciones, y creo que sería un error para el Mercosur esperar demasiado”.
Confió en que el intercambio de ofertas pueda iniciarse en los próximos meses.
“Lo que está claro, en todo caso, es que importantes socios en Mercosur, como Brasil, siguen respaldando mucho tal acuerdo comercial UE-Mercosur”, dijo.
Por lo que respecta al tratado de libre comercio concluido recientemente entre la UE y Perú y Colombia, De Gucht recordó que el Parlamento Europeo cerró en diciembre el proceso de ratificación por la parte europea, y que sólo falta el visto bueno del Congreso de Colombia.
“Espero que el acuerdo entre en vigor en Perú y en Colombia exactamente al mismo tiempo, que creo que es de lejos el calendario más beneficioso para ambas partes”, apuntó.
En lo referente al proceso de aprobación del acuerdo de asociación cerrado entre por la UE con seis países de Centroamérica (Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras y Panamá), afirmó que esos Estados lo llevan “muy avanzado” y que en los próximos meses “vamos a evaluar cómo vamos a proceder”.
De Gucht también confirmó el interés de Chile y México, que firmaron acuerdos con la UE hace más de diez años, en modernizarlos, pero advirtió de que tal procedimiento debería entrañar una “revisión general” y con vistas a alcanzar un acuerdo más global.