Bienes Nacionales se enfrenta a organizaciones de DD.HH. por licitación de centro de tortura
La licitación de El Palacio de las Sonrisas, de Punta Arenas, responde a la política del Min. de Bienes Nacionales de licitar, vender o concesionar terrenos e inmuebles que - a su juicio- no tendrían un uso provechoso.
El 2006 el entonces comandante en Jefe de la Armada, Rodolfo Codina, tras reunirse en Punta Arenas con las agrupaciones de DD.HH. y autoridades políticas de la época, accedió a traspasar al Gobierno Regional la propiedad ubicada en Calle Colón 636 para que fuera utilizada por los miembros de estas organizaciones. La casona, conocida como el Palacio de las Sonrisas, fue el principal centro de interrogatorios y tortura en la Región de Magallanes durante la dictadura militar de Pinochet (ver recuadro).
Desde entonces los miembros de la Unión Comunal de Agrupaciones de Derechos Humanos de Punta Arenas se hizo cargo del inmueble desarrollando diversas actividades culturales, talleres, reuniones de agrupaciones vecinales y sindicales para mantener en la memoria histórica de los abusos de la dictadura.
Para pesar de estos grupos, nunca se concretó el traspaso del inmueble desde el Gobierno Regional. Y ahora se resiente, puesto que el pasado domingo 27 de enero el gobierno confirmó a través de una publicación en diarios regionales (El Mercurio y La Prensa Austral) que la conocida Casa de los Derechos Humanos de Punta Arenas será licitada por el Ministerio de Bienes Nacionales.
El anuncio del Ministerio de Bienes Nacionales responde a la política de licitar, vender o concesionar terrenos e inmuebles que le pertenecen y que – a su juicio- no tendrían un uso provechoso. Por lo tanto, ahora buscan “ponerlos a disposición del desarrollo del país”, según indicó en su momento el ministro de la cartera, Rodrigo Pérez.
En el llamado, se precisa que “el proyecto ofertado deberá integrar de manera armónica las artes y cultura, restaurando el inmueble y habilitando sus dependencias para el desarrollo de actividades tales como: museografía, sala de eventos culturales, exposiciones, talleres y/o capacitaciones, cafetería, venta de artesanía regional, biblioteca, entre otros”.
Frente a esta situación las Agrupaciones de DD.HH. elevaron una carta al ministerio de Bienes Nacionales. En ella explican que en dos oportunidades les solicitaron que presentaran proyectos para otorgar el comodato del inmueble, pero tras cumplir con lo requerido no fueron considerados.
“En primera instancia, con el trabajo realizado por el arquitecto Miguel Lawner, y posteriormente, el del profesional Emilio Bocazzi se ha informado que ‘éste carece de un financiamiento que asegure su operación'”, agregando que “a eso sumamos el esfuerzo del Ex Alcalde Vladimiro Mimica, quien en repetidas oportunidades intentó que el comodato de avenida Colón 636 sea traspasado a la Municipalidad de Punta Arenas, y ésta lo entregara a las organizaciones. Sin embargo, no existió la voluntad política por parte del Gobierno”.
La Unión Comunal de Agrupaciones de DD.HH. de Punta Arenas (que reúne a las agrupaciones de Ex Presos Políticos y Familiares; de Familiares de Ejecutados y Desaparecidos Políticos de Punta Arenas; PRAIS; y el Centro Cultural Refugiados Políticos en la Patagonia) asegura que actualmente están trabajando en forma conjunta con el Parque por la Paz Villa Grimaldi y otros sitios de memoria. A ello se une el inicio de la tramitación de la Declaración de Monumento Nacional de la Casa de los Derechos Humanos.
Es por ello y “por todo lo anteriormente mencionado, exigimos que se dé marcha atrás a esta equivocada decisión, que vulnera, nuevamente, los derechos humanos de las personas que sufrieron persecución política en Chile, y que se asegure el comodato del inmueble a las Organizaciones de DD.HH.“, detallan al cierra de la carta.
Este miércoles, antes del mediodía, las agrupaciones realizarán una conferencia de prensa para comunicar públicamente la situación que los aqueja.
EL PALACIO DE LAS SONRISAS
Centenares de presos políticos sufrieron todo tipo de apremios y vejaciones, tanto físicas como psicológicas, en la casona que funcionó como el principal centro de interrogatorios y torturas durante la dictadura.
De acuerdo al sitio Memoria Colectiva, la propiedad pertenecía a la Armada y las víctimas bautizaron el lugar con el nombre de “El Palacio de las Sonrisas”. Por la casona de 3 pisos, que anteriormente fue un Hospital Naval, se estima que pasaron entre 1.200 y 2.000 víctimas a partir del mismo 11 de septiembre de 1973.
La mansión fue construida en el año 1936 por el arquitecto Antonio Beautier, uno de los pioneros de la arquitectura en la región, que la diseñó para servir como su residencia particular.
La construcción es valiosa desde el punto de vista del patrimonio arquitectónico y está muy bien situada frente a la Avenida Colón de Punta Arenas, próxima a la calle Bories, la principal arteria comercial de la ciudad. Actualmente se encuentra con un alto grado de deterioro, producto del desborde del Río Las Minas, en marzo del año pasado (2012).