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13 de Febrero de 2013

Fundación Neruda en la mira: La controversia por los dineros del poeta que llegaron a manos de Ricardo Claro

La huelga de sus trabajadores y la próxima exhumación de los restos del poeta, han reflotado los cuestionamientos hacia la fundación encargada de administrar los bienes del Premio Nobel chileno.

Por Nicolás Sepúlveda
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En 1973, meses antes de su muerte, Pablo Neruda tuvo una idea. Al poeta le preocupaba la situación de los poetas jóvenes y quería potenciar el desarrollo cultural del país. El proyecto tuvo nombre, “Fundación Cantalao”, e incluso estatutos, su directorio estaría compuesto por los rectores de las universidades de Chile, Católica y Técnica del Estado, un representante de la Sociedad de Escritores, el presidente de la CUT y otra persona nombrada por el poeta.

Pero nada llegó a concretarse y la actual Fundación Neruda, para muchos, dista bastante de ese proyecto original. Desde distintos sectores han surgido cuestionamientos hacia el manejo que Juan Agustín Figueroa (fundador y presidente vitalicio de la institución) y su círculo  han hecho con el legado económico y cultural del premio Nobel.

“Estos señores que tomaron el legado de Neruda, de todos los bienes de Neruda… no han hecho nada por reconstruir la casa de los escritores”, acusa Manuel Araya, chofer del poeta que actualmente sostiene la tesis del homicidio como causa de su muerte.

Araya recuerda:  “Cantalao se inauguraba el 11 de septiembre de 1973. Estaba la maqueta, estaba todo hecho. El 10 de septiembre Neruda me mandó a Santiago a invitar al presidente Allende a la inauguración de Cantalao, que iba a ser la casa de los escritores del mundo, para la gente joven que quisiera escribir, iba a ser una casa muy grande para que la gente trabajara en sus proyectos, se iban a entregar becas, era un sueño enorme de Neruda”.

Pero el destino de esa idea, al igual que el de Neruda, fueron otros a partir de esa atávica fecha de inauguración y Matilde Urrutia, su tercera esposa ,  jugó un rol clave en eso, quizá sin saberlo ni pretenderlo. Heredera de todos los bienes del poeta, cuando murió en 1985 aquejada por un cáncer, encargó crear una fundación que se encargara de resguardar la obra de Neruda, a la que traspasó todas las propiedades, bienes y demás beneficios correspondientes.

Así nació, el 4 de junio de 1986, la Fundación Pablo Neruda, presidida por el abogado radical y ex ministro de Agricultura de Patricio Aylwin, Juan Agustín Figueroa, quien acompañó a Matilde en las tareas legales luego de la muerte del poeta.

El vínculo era simple. El abogado es hermano de Aída Figueroa, esposa de Sergio Insunza, ex ministro del gobierno de Allende y amigo de Neruda.

Un representante de la familia,  Rodolfo Reyes, sobrino de Neftalí, es uno de los más férreos  críticos de esta situación y puntualiza la diferencia entre el anhelo de su tío y la actual organización que lleva su nombre: “Él quería ayudar a la cultura. Pero no esta fundación que formó la Matilde Urrutia, que es muy diferente, diametralmente opuesta”.

Fernando Sáez, actual director ejecutivo de Fundación Neruda tiene una opinión distinta: “Los objetivos de Cantalao se pueden cumplir perfectamente… pero no tiene nada que ver, no estaban los bienes de Neruda puestos en la Fundación Cantalao, si la heredera de Pablo Neruda era Matilde Urrutia, lo otro no estaba instituido en ninguna parte. Además, la Fundación Cantalao no se alcanzó a firmar, nunca tuvo personalidad jurídica ni legalidad, porque fue una idea que tuvo Neruda al final de sus días”, afirma

Figueroa y sus amigos

“Nunca se conocieron, nunca estuvieron juntos, nunca los vi juntos”, señala categórico Manuel Araya consultado por El Dínamo sobre la relación entre Juan Agustín Figueroa y el premio Nobel.

Ricardo Claro

Neruda y Figueroa no eran amigos. Pero éste último sí era íntimo de Ricardo Claro, el fallecido empresario y conocido defensor de Pinochet, en ese entonces, dueño de la compañía Sudamericana de Vapores, Viña Santa Rita, VTR Golbal Com, Editorial Zig Zag y Megavisión.

Producto de esta amistad, Figueroa fue director de otras empresas relacionadas con Claro,  como Compañía Electro Metalúrgica (Elecmetal), Marítima de Inversiones SA (Marinsa) y también de Cristalerías Chile y Viña Santa Rita, de la cual fue presidente tras la muerte del empresario.

De esta manera podría explicarse que más de dos millones de dólares de la Fundación Neruda fueran a parar a Cristalerias Chile.

El director ejecutivo de la Fundación, Fernando Sáez, defiende la operación “Hay fondos de la Fundación, que para mantenerlos y que se financien y den algo, se ponen en distintos medios de inversión, como lo hacen todas las empresas del mundo. Una fundación sin fines de lucro que tiene un capital, no lo va a dejar abajo del colchón”.

En la actualidad los dineros recolectados son administrador por Celfin Capital, una de las mayores corredoras de bolsa del continente.

“Son todos capitalistas”

Juan Agustín Figueroa/ sociedaddebibliofiloschilenos. blogspot.com

En un inicio el directorio de la Fundación estuvo compuesto por personas de la confianza de Juan Agustín Figueroa y por otras pertenecientes el mundo de la cultura. Desde entonces que existen duros cuestionamientos hacia la gestión de Figueroa.

El sobrino de Neruda, Rodolfo Reyes, acusa “Cuando se creó fue vergonzoso, en el directorio estaba Figueroa, Marcela Elgueta, su mujer, Aída Figueroa, su hermana, Jorge del Río, su abogado, y estaba Carmen Elgueta trabajando en la Fundación…era la familia Figueroa la que dirigía la Fundacion Neruda, y nunca tuvieron la decencia de incorporar a alguien de mi familia… como se hace en las grandes fundaciones: Picasso, Dalí, los grandes personajes tienen siempre un representante de la familia”.

Reyes agrega que el hecho de que todos los cargos del directorio sean vitalicios, acentúa su malestar. “Los estatutos de la Fundación fueron establecidos por Matilde Urrutia”  argumenta Fernando Sáez como respuesta a estas acusaciones.

Uno de los miembros originales del directorio, el escritor Jorge Edwards, renunció al poco tiempo, y lo hizo criticando a la organización “estos gallos pasaban en reuniones y compromisos sociales; además, yo les advertí muchas cosas en las que estaba en desacuerdo y nunca me dieron pelota con las cosas culturales que les propuse… son todos capitalistas; esto ya es una empresa cultural bastante rasca”, afirmó  en el diario La Nación en julio del 2006.

Enfrentados en Tribunales

Actualmente, la Fundación se queda con el 75% de lo recaudado por propiedad intelectual, mientras que la familia Reyes recibe el 25%, aunque esta situación podría cambiar.

El año 2007 Rodolfo Reyes inscribió la marca “Neruda”, asegurando que ellos como familia son los verdaderos herederos del legado del poeta.

Por lo mismo, el 2009 demandó a Angel Maulen Ríos, el ex rector de la Universidad Pedro de Valdivia procesado por el escándalo del supuesto pago de coímas a la Comisión Nacional de Acreditación.

Maulen, dueño de la cadena de hoteles “Neruda”, aseguró en su momento que la Fundación lo autorizó a ocupar el nombre del fallecido militante del Partido Comunista.

La respuesta de la Fundación fue contundente, demandaron a la familia por querer apropiarse de una marca que, a su juicio, les corresponde. Fernando Sáez recalca que ellos continúan siendo los dueños del legado “ellos (la familia) hicieron la cesión de derechos hereditario. Y hasta ahora todos los arbitrajes, siguen señalando que esa cesión de derechos es genuina”.

Actualmente la Corte de Apelaciones revisa la demanda contra Maulen, y en el Departamento de propiedad industrial se analiza la potestad sobre la marca … claro que éste podría ser sólo el inicio de una larga batalla judicial “Estamos ad portas de hacerles un juicio de rendición de cuentas, tengo muchas misivas que he mandado, y ninguna ha sido contestada”, apunta Rodolfo Reyes.

Las platas

Fundación Pablo Neruda

Las acusaciones no paran. El manejo de platas por parte de la Fundación es el principal tópico.

“Por supuesto que lucran, sólo faltan las velas con el “padrecito Neruda” para completar esto. Para la Fundación Neruda, nosotros les hacemos sombra. A Figueroa le gusta figurar, no es un intelectual, es un abogado que no conoció a Neruda, que estuvo exclusivamente en la coyuntura cuando se hizo la Fundación y aprovechó de ponerse de presidente vitalicio”, remata Reyes.

“No hay lucro en absoluto”, responde  Fernando Sáez, y agrega “Es una fundación que tiene muchos problemas estructurales. Tiene gran cantidad de personal. Hay una cuestión que se llama operación fundación, que tiene que ver con los ingresos y los egresos, y en esa operación, nosotros tenemos pérdidas, hace pocos años tenemos perdidas, no son grandes, pero son pérdidas. No tenemos utilidades”.

Por su parte, Manuel Araya pasa a la ofensiva acusando que quienes dirigen la Fundación tienen un interés puramente económico “La Fundación deja mucho dinero. Es un saco de plata, por eso que se hicieron cargo dela Fundación. Cuando voy a Isla Negra está todo completo, y cobran 4 mil pesos por la entrada. Ellos se están enriqueciendo con todo lo de Neruda”.

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