Ex Presidente Frei Montalva propuso una Asamblea Constituyente en 1980
Pese a la actual oposición de los partidos de la Concertación -incluída la DC- ante la idea de una Constituyente, ésa fue la fórmula considerada originalmente por quienes buscaban el retorno de la democracia.
En el marco de su intervención en un encuentro político organizado en el Teatro Caupolicán el 27 de agosto de 1980, el ex Presidente Eduardo Frei Montalva, junto con abogar por la vuelta a la democracia, llamó a la conformación de una asamblea constituyente que elaborara una nueva Carta Fundamental.
Aunque la idea es actualmente resistida por los partidos de la Concertación, incluído el partido del extinto mandatario, lo cierto es que la propuesta de Frei Montalva encontró eco entre los grupos que luchaban por la democracia en aquellos años.
Así lo destaca un reportaje de El Mostrador, donde se recuerdan varios pasajes de aquel histórico discurso del líder falangista, donde éste llamaba a la oposición a “encontrar un camino que nos permita ser lo que fuimos: una Patria libre y democrática, con instituciones renovadas de acuerdo a las nuevas realidades y exigencias”.
“Fundados en estas razones es que venimos a proponer una alternativa para Chile, que le permita retornar a la democracia debidamente renovada”, decía Frei, para luego señalar que “constituido este gobierno de transición se elija por votación popular una asamblea constituyente u otro organismo auténticamente representativo de todas las corrientes de opinión nacional, como fue en 1925, que tendrá a su cargo la elaboración de un proyecto de Constitución. Este proyecto se someterá a plebiscito, bajo un sistema que dé absolutas garantías, y con opciones claramente definidas y plena libertad de expresión“.
La idea fue retomada años más tarde por la Alianza Democrática, que en el documento “Bases del diálogo para un gran acuerdo nacional” (1983) propone como uno de los ejes fundamentales para alcanzar un acuerdo con la dictadura, el convocar a una asamblea constituyente para redactar una nueva Constitución. Dicho documento fue suscrito en su momento tanto por el Partido Socialista como por la Democracia Cristiana, afirmando así que la Constitución de 1980 debe ser modificada, por la vía de la asamblea constituyente, ya que consideraban ilegítimo su origen.