Conoce las claves para enfrentar el regreso a clases sin estrés
De cara al inicio del año escolar fijado para el 5 de marzo,es importante planificar los tiempos y resolver asuntos pendientes; además hay que considerar este proceso como algo natural. Lo ideal es hablar con las más chicos de este cambio y que vuelvan su rutina cinco días antes.
El verano llega a su fin y con ello se acerca el inicio de un nuevo año escolar. Durante los últimos días de febrero y a principios de marzo es común ver a padres y niños comprando útiles escolares y el uniforme requerido para iniciar el año escolar, que en esta oportunidad comenzarán de manera oficial el próximo 5 de marzo. Esta nueva etapa ciertamente genera ansiedad y estrés, más si se vive por primera vez.
“Es muy importante que los padres se muestren entusiastas por la nueva etapa que el niño comienza al asistir por primera vez al colegio. Lo ideal es conversarles de los amigos que conocerá y, si es posible, acompañarlos ese día y sobre todo ser muy puntuales al momento de ir a buscarlos, ya que es aquí cuando podría sentirse angustiado”, explica la psicóloga de Vidaintegra, Karen Cristi.
En estas circunstancias puede que algunos padres se sientan estresados por el comienzo de un nuevo año escolar, por lo que es fundamental que los adultos intenten controlar su ansiedad, para así evitar trasmitírselos a los hijos.
Para prevenir el estrés que genera volver a clases, la especialista asegura que “la palabra clave es organización. Es importante planificar los tiempos y resolver asuntos pendientes que nos brindarán la sensación de mayor control, y por tanto de bienestar. A la vez, debemos recordar que la ciudad vuelve a ser la de antes, por lo que hay que tomar las precauciones del caso”.
Cómo enfrentar los días previos
Lo primero es considerar el regreso a clases como un proceso natural. El término de vacaciones siempre implica reorganizar los tiempos, ordenar las comidas, los útiles escolares, la mochila, el uniforme, y sobre todo, el ciclo de sueño. En circunstancias como éstas, lo ideal es que los niños vuelvan a su rutina cinco días antes, de lo contrario, al menos tres días previos al ingreso a clases.
Cristi, también sugiere que “los adultos deben hablar con sus hijos del cambio que vivirá la rutina familiar al regresar de las semanas de descanso. En relación a los niños más pequeños, se puede jugar a que están en el colegio, que van a aprender, hacer amigos, y que en la sala hay reglas, como por ejemplo esperar y respetar los turnos, esto con el objetivo de acostumbrarlos lentamente a lo que implica la rutina escolar”.
A los progenitores de adolescentes, se les recomienda supervisar que cumplan los horarios que fueron acordados, ya que, al igual que en los niños, es importante que regulen sus horas de sueño y las comidas.