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12 de Marzo de 2013

Jaime Ravinet defiende sus concesiones y dice que medida de Tohá “es un disparate”

"(El Castillo Hidalgo) era una ratonera y estaba en desuso después de haber sido uno de los salones de té más importantes de mediados del siglo XIX. En el espíritu de revitalizar la ciudad, el concesionario propuso a su costo remodelarlo y convertirlo en una sala de eventos", explicó.

Por Redacción
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El ex alcalde de Santiago en el período 1990-2000, el ex DC Jaime Ravinet lanzó hoy ataques en contra de la actual jefa edilicia, Carolina Tohá, por la política de urbanismo que ésta ha comenzado a aplicar en la comuna.

Al parecer, la decisión de Tohá que detonó la molestia  de Ravinet fue la decisión de revisar las condiciones de los contratos suscritos entre la municipalidad y privados en a lo menos dos casos emblemáticos que tienen “contratos muy desfavorables: el de Fantasilandia y el Castillo Hidalgo.

En 1996, durante la administración de Ravinet, el Centro de Eventos Castillo Hidalgo se adjudicó por 17 años la licitación que entregaba la concesión del recinto ubicado en el Cerro Santa Lucía. Sin embargo, nunca se escribió un contrato. Este año debería llamarse a una nueva licitación, por lo que los asesores jurídicos del municipio se encuentran revisando la forma en la que el municipio deberá proceder.

En el caso de Fantasilandia, la concesión fue en 1977, se renovó en 1995 y expira en 2022.

Ante ello, Ravinet afirmó en La Segunda que está “bien” que se haga, pero sin olvidar que si hay un contrato previo se debe llegar a un acuerdo y no tratar de imponerlo. “La sensación que yo tengo es que las gestiones municipales exitosas son las que logran grandes acuerdos y no caen en sectarismos y exclusiones, y que son capaces de trabajar con equipos transversales y no sólo gente de su mismo partido”, aseveró.

Ante los casos de Fantasilandia y Castillo Hidalgo, asumió que los contratos se renovaron durante su administración y recalcó que esto fue aprobado con el concurso unánime de los miembros del Concejo Municipal.

“(El Castillo Hidalgo) era una ratonera  y estaba en desuso después de haber sido uno de los salones de té más importantes de mediados del siglo XIX. En el espíritu de revitalizar la ciudad, el concesionario propuso a su costo remodelarlo y convertirlo en una sala de eventos”, explicó.

Pero las palabras más fuertes las lanzó al consultársele sobre la decisión de no entregar nuevas licitaciones  para estacionamientos en la comuna. Dijo que esto significa “condenar a Santiago a la muerte” y que la medida tomada por Tohá “es un profundo error, un disparate”.

” Ha costado mucho levantar Santiago para que medidas poco estudiadas signifiquen su deterioro (…) Todas las ciudades del mundo tienen estacionamientos subterráneos”, agregó en el vespertino.

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