ACHS sobre Mapa del ruido en Stgo: “Hoy la legislación sólo limita la exposición…”
La hipoacusia sensorioneural o sordera profesional hoy genera el mayor porcentaje de indemnizaciones o pensiones entre los trabajadores chilenos. Sólo en Santiago se contaron 1.078 casos entre 2005 y 2012. Entérate aquí de cómo la prevención es la clave para ganarle a este problema.
La situación se complica aún más de cara a los trabajadores que laboran en la industria. ¿Los más afectados? son quienes laboran en la industria metal mecánica, debido a que el tipo de maquinaria que utilizan genera altos porcentajes de contaminación auditiva; también se menciona a los trabajadores de la construcción y la industria forestal como las otras grandes víctimas de este verdadero drama.
José Luis Urnía, jefe de operaciones en especialidades técnicas de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y experto en el tema, detalló a El Dínamo cómo el ruido y la hipoacusia sensorioneural que se provoca en quienes se ven expuestos a éste, generan el mayor porcentaje de indemnizaciones o pensiones entre los trabajadores chilenos, debido a que es una enfermedad irreversible.
Los datos dados a conocer por la Seremi Metropolitana de Salud en el Día Mundial sobre la Concientización del Ruido, apuntando que la sordera profesional sobresale como el padecimiento de mayor incidencia en la región, con 1.078 casos entre 2005 y 2012, no hacen más que confirmar la gravedad del problema.
¿Cómo enfrentarlo?
A juicio de Urnía se trata de un tema país, frente al que el Ministerio de Salud ha respondido a través de un Protocolo de exposición al ruido. “Ese protocolo nos entrega directrices en cuanto al trabajo que efectuamos en nuestra red, desde la evaluación de la exposición, el abordaje de las recomendaciones para las medidas de control, el acceso a protección auditiva y las capacitaciones a las que deben acceder los trabajadores expuestos al ruido”, detalla el experto.
Con un acento puesto en la prevención, la ACHS recomienda aplicar una suerte de jerarquización se cara al control de la exposición al ruidos de los trabajadores. Primero, se recomienda privilegiar las medidas de ingeniería que ataquen a la fuente que emite el ruido; luego, en el caso en que se produzcan exposiciones sobre los límites máximos permitidos, se deban aplicar medidas de control en el medio de transmisión del sonido y que tienen que ver con la instalación de barreras o cabinas en las que se desarrollen los trabajos ruidosos y son las que intervienen entre la emisión del ruido y el receptor.
Y como medida final, viene el elemento de protección personal. “Aquí lo importante es evitar en primer lugar que se provoque la exposición al ruido y ese es el objetivo de la jerarquización que manejamos. Hay que ir siempre a la raíz del problema”, subraya Urnía.
Las otras patologías
Pero la hipoacusia o sordera profesional no es la única enfermedad provocada por el ruido. El experto explica que la exposición al ruido también provoca en los trabajadores dolores de cabeza, o esos molestos pitos en oído, ambos elementos que perjudican el descanso.
“Sin embargo, hoy la legislación sólo se hace cargo de limitar la exposición al ruido que te pueda generar hipoacusia, frente a las demás patologías existen ciertas evidencia, pero no estudios epidemiológicos que respalden la determinación de cierto límite de exposición”, agrega Urnía.
Para el experto es fundamental instaurar una cultura preventiva en los lugares de trabajo. La aplicación de una jerarquización para enfrentar el problema, permite evitar que los trabajadores enfrenten riesgos y que se llegue al uso de protección. Esa es la clave.
