Paradojas: Evo promulga ley para promover la lectura pero confiesa que “no me gusta leer”
El presidente de Bolivia admitió que "a veces a lo máximo" se lee "los títulos, algún capítulo o unos párrafos o páginas" de los libros que le regalan y agregó que "tengo ese problema, soy sincero".
“No me gusta leer”, confesó este lunes, Evo Morales; sin embargo, la ocasión elegida por el mandatario boliviano para este alarde de sinceridad sorprendió a muchos, ya que coincidió con la ceremonia de oficialización de una ley que elimina dos impuestos para el comercio de los libros, con el fin de promover la lectura.
El ex dirigente cocalero incluso fue más allá al agregar que, del montón de libros que suelen regalarle, “a veces a lo máximo” se lee “los títulos, algún capítulo o unos párrafos o páginas”, pero no llega a terminar las obras.
“Tengo ese problema, soy sincero”, reconoció Morales, que dijo tener ganas de leer libros pero no sabe cómo enamorarse de la lectura.
Como contrapartida el Primer Mandatario, destacó que su vicepresidente, Álvaro García Linera, es un buen lector y escritor de libros, principalmente sociológicos.
Morales subrayó la necesidad de una política para desarrollar el hábito de la lectura aunque reconoció que no tiene idea de cómo implementarla en su país, que ahora cuenta con esta ley que elimina dos tributos para el comercio de las publicaciones.
La normativa libera la venta de libros nacionales y extranjeros del impuesto al valor agregado (IVA), que es del 13%, y del impuesto a las transacciones, del 3%, con el objetivo de bajar su coste en el mercado al menos en un 16%.
Además la nueva ley establece la constitución del Sistema Nacional de Bibliotecas para que sean nutridas con material actualizado, lo que en este momento sólo ocurre en las ciudades más importantes.
Las asociaciones de libreros llevaban casi dos décadas pidiendo la supresión de esos gravámenes en un intento de frenar la piratería y la fotocopia de los libros, principalmente importados.