La cama, el Metro, la micro y el baño son los lugares preferidos por los chilenos para leer
La encuesta '¿Dónde lees tú?', también reveló la vigencia que aún mantiene el libro tradicional por sobre otros formatos. Así, el 95% de los lectores y lectoras declara que prefiere leer libros por sobre revistas (45%), diarios (45%) y comics (26%).
De acuerdo con los resultados de la primera Encuesta de Hábitos y Prácticas Lectoras ‘¿Dónde lees tú?’, realizada por el Observatorio del Libro y la Lectura, los lugares preferidos por los chilenos para leer serían el dormitorio (84%), el metro (48%), la sala de estar o el living (46%), la micro (44%) y el baño (42%).
La encuesta se realizó entre octubre y noviembre de 2012 y fue aplicada a 3 mil personas asistentes a la Feria Internacional del Libro de Santiago, entre hombre, mujeres jóvenes y adultos.
Del análisis también se desprende que los jóvenes entre 18 y 29 años son los que más leen en el metro y la micro, mientras los adultos de 30 a 39 años prefieren el baño. “El baño es un espacio en que los hombres no son “molestados” por la cotidianidad del hogar y de la vida doméstica (…), mientras que las mujeres ocupan las habitaciones que se conectan con la casa en tanto espacio abierto, donde la privacidad desaparece”, señala Sonia Montecino, vicerrectora de Extensión de la Universidad de Chile y miembro del Consejo del Observatorio del Libro y la Lectura.
Otro dato relevante de esta encuesta es que los habitantes de las comunas de Puente Alto, La Florida y Maipú leen en el metro, mientras que los que provienen de La Florida y Ñuñoa prefieren realizar esta actividad en la micro.
Por último, la encuesta también reveló la vigencia que aún mantiene el libro tradicional por sobre otros formatos. Así, el 95% de los lectores y lectoras declara que prefiere leer libros por sobre revistas (45%), diarios (45%) y comics (26%). Además, un 28% comenta que lee desde sus computadores o que utiliza frecuentemente libros electrónicos.
“El espacio propicio de lectura es una variable importante a considerar a la hora de diseñar las políticas públicas para el libro y la lectura, particularmente en los lectores jóvenes. Con ellos hay que trabajar para modificar los bajos índices de lectura”, explica Arturo Infante, presidente de la Cámara Chilena del Libro y consejero del Observatorio del Libro y la Lectura.