Empresarios se reúnen para plantear sus estrategias a favor de la sustentabilidad
Carlos Heller de Bethia; César Riffo de Cerco y Eduardo Chadwick de la Viña Errázuriz, participaron ayer del segundo foro del Hub de la Sustentabilidad. Los empresarios contaron sus experiencias y plantearon sus desafíos para afrontar los cambios en la materia.
La conclusión del II Foro del Hub de la Sustentabilidad fue clara: aunque la sustentabilidad no es un negocio a corto plazo, si lo será con el pasar de los años. Por lo mismo, se trata de una inversión que no se mide de forma inmediata.
En este contexto, Carlos Heller, presidente del grupo Bethia; Eduardo Chadwick, presidente de la Viña Errázuriz, y César Riffo, gerente general de la constructora Cerco, aprovecharon el espacio para compartir este jueves sus posturas de cara a este tema y como la enfrentan desde sus respectivos negocios, publica El Pulso.
El evento, realizado en el edificio Transoceánica, dio espacio a cada uno de estos invitados para que relataran sus experiencias y los desafíos que observan en materia de sustentabilidad.
Sus experiencias
En el caso del grupo Bethia, cabe recordar que la semana recién pasada, el propio Carlos Heller fue el encargado de inaugurar biodigestor en la lechería Ancali que el grupo tiene en Los Ángeles.Este sistema utiliza los deshechos orgánicos de las vacas, transformándolos en biogás y, luego, en energía eléctrica que se inyectará al Sistema Interconectado Central. De esta forma, la planta trata sus residuos de manera que generen el menor impacto en la zona. Esta experiencia, entre otras, son parte de las motivaciones de Heller de sumarse al encuentro.
A su turno, Eduardo Chadwick, enfrenta una gran tarea en la Viña Errázuriz, posicionando a los vinos chilenos en las más altas cumbres de los rankings internacionales. Esto de la mano con un proceso de transformación de los sistemas productivos, desde viñedos convencionales a otros orgánicos y luego asumiendo el resto de las exigencias de los negocios sustentables.
César Riffo ha transformado su nombre en el de un empresario B. Es, decir, su empresa busca el éxito financiero, pero también tiene un objetivo social. La constructora Cerco que existe desde 2007, posee desde 2009 la certificación de empresa B, buscando la rentabilidad social. Para ello eligió un camino: la reinserción de personas privadas de libertad.
Pese a que los invitados coincidieron en subrayar los positivos efectos que la sustentabilidad genera al interior de las empresas, también debatieron respecto del rol que tienen en la materia los centros de estudio.
Mientras César Riffo dijo que las universidades deben mejorar sus planes de estudio para introducir a fondo el desarrollo sustentable de las empresas, Heller planteó que ya hay centros de estudio que están tomando este bastón.
El presidente de Viña Errázuriz fue más radical: “Soy ingeniero civil industrial y nunca he llevado a la práctica todos los conocimientos que me entregó la universidad. Con suerte sumo, resto y divido cada día. Creo que en la enseñanza universitaria se deben entregar más herramientas para ser una mejor sociedad, más allá de enseñarles a los estudiantes a solucionar problemas”, puntualizó.