El nuevo "incendio social" que Mañalich intenta apagar en Chiloé

Chiloé está agitado. Luego que el lunes el pueblo de Quellón amaneciera tomado por sus pobladores, se han ido sumando las asambleas de otras localidades del archipiélago que comienzan a levantar sus petitorios. Castro, Ancud, Chonchi y Quinchao ya tienen asambleas propias que trabajan en la elaboración de sus demandas.

Junto con la llegada de “guanacos”, “zorrillos” y efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros, la tarde de este martes el ministro de Salud, Jaime Mañalich, arribó a Chiloé para reunirse con los dirigentes e intentar apaciguar el conflicto que comienza a inflamarse por todos lados. La primera cita del secretario de Estado fue con las asambleas de Ancud y Castro, que lo esperaron en la sede del Servicio de Salud Provincial de esta última localidad, tomada desde hace varios días por sus pobladores.

Víctor Bahamonde, de la Coordinadora de Organizaciones Comunitarias y Autónomas del Archipiélago de Chiloé, participó de la cita con el ministro y comenta que “le entregamos el petitorio, fue una reunión informativa. Él dijo que volvería en dos meses con las soluciones, pero en otro contexto, donde no hayan movilizaciones. Algunos le recalcamos que la movilización se mantiene y se queda a la espera de lo que resuelva Quellón”.

El petitorio entregado al titular de Salud se centra fundamentalmente en el mejoramiento de los hospitales de la zona. Bahamonde explica que “el problema en Chiloé es que ninguno de los hospitales está normalizado. El hospital de Ancud tiene categoría tres, pero no alcanza para tres, El de Castro tiene categoría dos, pero no alcanza para dos. La demanda es que el hospital de Castro sea categoría uno, o sea de máxima complejidad, y el de Ancud y Quellón sean categorías dos… que son de mediana complejidad”.

A esas peticiones se suman las demandas de farmacias abiertas las 24 horas y el terminar con las listas de espera en los servicios de salud. Según los chilotes, la situación no da para más. Al no tener un servicio de máxima complejidad en la zona, muchas veces los habitantes del archipiélago deben trasladarse hasta Puerto Montt para atender sus necesidades en salud. Y considerando las malas condiciones de conectividad en la región, ese viaje puede demorar hasta nueve horas.

La crítica situación le fue planteada punto por punto a Mañalich en la asamblea de la tarde de ayer. Luego de escuchar atentamente a cada uno de los voceros, el ministro asumió los siguientes compromisos: Volver en dos meses con soluciones concretas para todas las comunas, normalizar la situación de todos los hospitales y construir un hospital de alta complejidad en Castro. 

Además, adelantó algunas de las soluciones que le propondrá hoy a la Asamblea Social de Quellón: Mejorar la conectividad en la zona mientras se termina de construir la carretera y el establecimiento de un nuevo consultorio rural en la comuna, específicamente para atender la demanda de las comunidades mapuche de la zona.

Luego de la reunión, las respectivas asambleas se retiraron a sus localidades para analizar las respuestas. La asistencia fue masiva. En Castro, cerca de 300 personas se quedaron deliberando en las afueras del Servicio de Salud Provincial, mientras que en Ancud eran más de 100 los integrantes de la asamblea que participaron de la discusión. En Chonchi y en Quinchao también se repitieron las asambleas públicas.

Según indican dirigentes de las distintas asambleas, todas las miradas estarán puestas en las reuniones que sostenga hoy el ministro Mañalich en Quellón, donde se gestó la revuelta.

El cronograma de la protesta

El lunes seis de mayo Verónica Cosme -30 años de edad, madre de tres hijos- fue hospitalizada en el Hospital de Puerto Montt, el miércoles ocho, murió. El diagnóstico culpa de su deceso a la gripe AH1N1. Hace días que manifestaba los síntomas, pero en el Hospital de Quellón la devolvieron varias veces a su casa diciéndole que no se trataba de nada grave.

El mismo día de su muerte, su familia y amigos llegaron hasta la Radio Quellón, donde denunciaron que todo se había tratado de una negligencia médica. Lo mismo hicieron en periódicos locales. El caso se sumaba a otro de una mujer que en junio del 2012 había muerto producto de una hemorragia tras una cesárea realizada en el mismo recinto. La indignación comenzaba a crecer en el pueblo.

El día de la madre, 12 de mayo, se realizó la primera caminata en Quellón pidiendo justicia para las víctimas de las negligencias del Hospital. Al día siguiente, se repitió la acción. El martes 14, los familiares y amigos de las fallecidas organizaron una velatón. El tema ya estaba instalado en todos los rincones de la comuna. Las organizaciones sociales, y los dirigentes políticos, comenzaron a acercarse. Y se organizaron.

La vocera de la familia de Verónica Cosme, Alejandra Guerrero,  asegura que “cuando se hizo público lo que estaba pasando, se unieron los dirigentes de todos los sectores.  El caso de la Vero hizo reventar todo lo que estaba pasando acá en Quellón. Nos convencimos que teníamos que hacer algo todos juntos para que el gobierno sepa que ya no pueden ocurrir más negligencias”.

La madrugada del 27 de mayo el pueblo amaneció tomado. La Ruta 5 sur estaba cortada por barricadas, los colegios con las clases suspendidas y un ruidoso caceroleo se escuchaba en la plaza pública. Esta misma situación se mantiene hasta hoy. Incluso, Víctor Bahamondes asegura que se ha incrementado la protesta “al principio habían 100 personas en las barricadas, y ahora que el conflicto se hizo más mediático, hay entre 2.000 y 2.500 personas en las calles”.

El martes 28, la Asamblea Social de Castro se tomó el Servicio de Salud, detonando el carácter provincial de la protesta.

El mercadeo político

“El alcalde, Cristian Ojeda, se acercó el mismo día miércoles en que Verónica murió. El concejal Freddy Gallardo estuvo con nosotros desde que ella se enfermó”, las palabras de Alejandra Guerrero reflejan la importancia que tienen las autoridades políticas en la movilización que se desarrolla en Quellón. El alcalde, demócrata cristiano, autorizó la suspensión de clases en los colegios, y los concejales como Freddy Gallardo, independiente pro RN, participan activamente de las asambleas.

Quienes integran el movimiento confidencian que quienes van a disputar algún cargo en las elecciones de noviembre, demuestran especial interés por sumarse a las movilizaciones. Ha llamado la atención de los pobladores la activa participación de Mauricio Henríquez, militante DC y actual CORE por la zona, que en noviembre pretende competir por un cupo en la Cámara Baja.

El abogado de las familias afectadas por las negligencias del Hospital de Quellón, Julio Álvarez, militante socialista, también buscará representar al pueblo en el Congreso y es pre candidato a diputado en su partido. Para estos nuevos postulantes el escenario es auspicioso, ya que el actual representante de la Concertación en la zona, el DC Gabriel Ascencio, buscará llegar al Senado, por lo que el cupo queda disponible.

El diputado oficialista del distrito, el RN Alejandro Santana, asegura que el conflicto es local y no se ha extendido por todo Chiloé “este es un movimiento ciudadano que está circunscrito sólo a la comuna de Quellón… el tema esta absolutamente aislado”.

Santana sabe que su posición no es la mejor, la Asamblea Social de Quellón es controlada por la Concertación y el PC, y su sector no tiene mayor incidencia entre las organizaciones de pescadores y de pobladores que robustecen la movilización. Por ello llama a la prudencia y a la no politización “tengo contacto permanente con casi todos los dirigentes y ellos están en la posición de no politizar este tema porque aquí hubo una negligencia medica, murió una persona por AH1N1 y eso gatilló un trabajo que se estaba desarrollando hace un par de años”.

El diputado acompañará hoy al ministro Mañalich cuando a las 09:30 horas arribe a Quellón para reunirse con la familia de Verónica Cosme. Luego, a las 11 horas, el secretario de Estado acudirá al encuentro de la Asamblea del pueblo, donde expondrá sus ofrecimientos buscando desactivar un conflicto que podría transformarse en un nuevo dolor de cabeza para La Moneda.