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11 de Junio de 2013

Una realidad oculta: Más de 800 adolescentes al año son víctimas de accidentes del trabajo

Este miércoles se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. En Chile se estima que al menos 200 mil menores de edad realizan labores remuneradas. La mitad de ellos tienen entre 15 y 17 años, la mayor parte corresponde a hombres de zonas rurales, que trabajan en agro o comercio.

Por Redacción
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El trabajo infantil en Chile es una silenciosa realidad, pese a que por ley está prohibido para menores de 15 años. De hecho, se estima que en nuestro país son más de 200 mil los menores de edad que trabajan, siendo un poco más de la mitad adolescentes.

Para el Jefe de Proyectos de Responsabilidad Social de la Asociación Chilena de Seguridad, Alejandro Rodríguez, esto es preocupante y nos debe llevar como sociedad a cuestionarnos. “Cuando uno conversa del trabajo infantil, existe la idea errónea de que en Chile está erradicado y que se circunscribe a otros países. Sin embargo, es un tema mucho más cercano de lo que a uno le gustaría. Un menor de 15 años no puede trabajar, esto es ilegal, pero existen otras prácticas que también se consideran como trabajo infantil. Por ejemplo, si le pido a mi asesora del hogar que se quede en mi casa un viernes en la noche y ella tiene un niño pequeño, que debe dejar bajo supervisión del hermano mayor, de 12 años, también es trabajo infantil”, aclara.

Entre 2008 y 2012, solamente a la ACHS –es decir, sin contar a las otras mutualidades ni al ISL- ingresaron 4.117 adolescentes accidentados, lo que significa un promedio de 823 al año. Para Rodríguez, esta cifra hace suponer que existe una cifra oscura respecto de la cantidad real de menores que hoy trabajan. Muchos de ellos no reciben la debida atención médica ante un accidente laboral, como aquellos que no tienen contrato.

Rodríguez se encuentra a la cabeza del programa “Protección del adolescente trabajador” implementado por la Asociación Chilena de Seguridad el año 2010 con el objetivo de disminuir los accidentes del trabajo en este segmento de la población. La iniciativa se desarrolló en conjunto con la OIT y partió con un manual orientado a las pymes, con información de aspectos legales, testimonios y recomendaciones concretas. El programa ha sido expuesto en Ginebra, Washington, Buenos Aires y Bogotá. En 2012, la ACHS, junto con Accion RSE, Pacto Global y la OIT, crearon la Red Chilena Contra el Trabajo Infantil y Protección del Adolescente Trabajador, que integran también Telefónica, Sodimac y Banco Itaú.

Lo qué dice la ley

La legislación chilena permite el trabajo protegido entre los 15 y los menores de 18 años, con una jornada que no debe superar las ocho horas diarias y 30 a la semana. Contempla además la necesidad de certificar que el joven esté estudiando y la inscripción del contrato en la Inspección del Trabajo.

Las labores que los adolescentes realicen deben ser livianas y no perjudicar la salud y desarrollo del menor. La ley exige también la autorización expresa del padre o la madre u otro determinado como tutor. No se pueden realizar trabajos nocturnos (22:00 pm – 07:00 am) peligrosos, en contacto con sustancias tóxicas ni que impliquen tomar decisiones relevantes.

Rodríguez es enfático al recordar que los Estados miembros de la ONU suscribieron en 1989 la Convención sobre los Derechos del Niño, a la que Chile se adscribió en 1990. En el artículo 32, dicho documento señala el compromiso explícito: “Los Estados partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación”.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó a partir del año 2002 que cada 12 de junio se conmemoraría el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, como una forma de rechazo ante esta realidad que afecta a 215 millones de niños y niñas en el mundo.

En Chile, la mayor parte de los adolescentes trabajadores son hombres de zonas rurales, que se desempeñan en el comercio o la agricultura. La mitad lo hace en condiciones de riesgo y una proporción similar abandonó sus estudios, mientras que un 40% tiene atraso escolar.

Uno de los grandes problemas que hoy enfrenta el sistema es lo complicado que se vuelve la prevención. Alejandro Rodriguez manifiesta que “recién sabemos que el adolescente está trabajando cuando se accidenta, lo que dificulta hacer prevención con él, con la empresa y con la familia. Esto se debe a que, por ley, cuando la empresa cotiza el seguro de accidentes del trabajo y enfermedades laborales, lo hace con el RUT y nombre del trabajador y no con la fecha de nacimiento”. En enero de 2013, la Superintendencia de Seguridad Social envió una circular a los organismos administradores del seguro contra accidentes del trabajo y enfermedades laborales a informar los accidentes de menores de 18 años a la propia Suseso y a la Dirección del Trabajo.

Agregó que los adolescentes que mayormente llegan accidentados a los centros asistenciales de la ACHS provienen de faenas agrícolas, hoteles y restaurantes.

Por último, el profesional llamó a las empresas a informarse sobre su responsabilidad en el trabajo de adolescentes en el portal Manualcrecerprotegido Por su parte, los jóvenes y sus padres pueden conocer sus derechos y deberes en Creceprotegido.achs.cl.

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