Balines de pintura: Cómo debiera usarse el cuestionado método para 'frenar la violencia'
El cuestionado método que ha ocupado FFEE, no solo marca, sino que también se ocupa como método de defensa y disuasivo. El Dínamo tuvo acceso al protocolo al que deben apegarse los efectivos para evitar "la violencia de masas irracionales que solo buscan el daño general".
Mañana, las calles del país se llenarán con estudiantes y trabajadores para una nueva marcha de los diferentes actores sociales, y al igual que las anteriores manifestaciones, la institución encargada de mantener el orden público, ya se alista con todos sus recursos a través de las Fuerzas Especiales.
Como se ha venido registrando en las anteriores movilizaciones, es altamente probable que Carabineros vuelva a usar balines de pintura, método rechazado por instituciones como el Colegio Médico y el Instituto Nacional de Derechos Humanos, y que ha significado incluso que algunos manifestantes hayan perdido la visión por el impacto de estas bolitas de pintura.
Pese a eso, el método ha sido defendido por la institución castrense, que insiste en que sirven para identificar a los manifestantes más violentos en las marchas, para luego detenerlos.
Sin embargo, y según el documento titulado “Utilización de equipos de aire comprimido”, al que tuvo acceso El Dínamo a través de la Ley de Transparencia, además de marcar, la utilización de los balines de pintura tienen otros dos objetivos tácticos, ya que se ocupa también como método de defensa y disuasivo.
Además, según el protocolo de uso de los balines de pintura -el que fue pedido reiteradas veces por organismos como el INDH-, tiene por finalidad “aminorar los riesgos y costos derivados de la violencia de masas irracionales que solo buscan el daño general y causar lesiones a los ciudadanos y al personal policial”.
Asimismo, el documento afirma que el empleo de los balines de pintura debe ser “complementario a la aplicación de los medios racionales” utilizados para el control del orden público “cuando los efectos de los elementos tales como agua, gases y otros, han resultado ineficientes” y “en manifestaciones violentas y agresivas en las que se registren daños a la propiedad, agresiones al personal de Carabineros de Chile y sus medios o defensa de civiles víctimas de disturbios graves como saqueos, agresiones u otros similares”.
La táctica de uso
El documento especifica que son tres los objetivos tácticos del uso de los balines de pintura. El primero de ellos es de marcaje, o como medio de identificación de “los elementos activos dentro de la manifestación que agredan activamente a Carabineros de Chile o causen daños a la propiedad pública o privada”.
Especifica además que la marcación “debe ejecutarse sobre las extremidades inferiores ya que al marcar las prendas superiores estas podrán ser retiradas eludiendo la acción posterior de identificación” y “detención selectiva de los individuos”.
El segundo de los objetivos es “Como medio de defensa y cobertura”, donde afirma que se pueden ocupar los balines de pintura “en contra de los manifestantes más radicales o agresivos”, reduciendo el riesgo de “lesiones del personal expuesto a los elementos arrojadizos, generando un radio de seguridad o cobertura al personal”.
Además afirma que “podrán utilizarse otro tipo de cápsulas como de cs, polímeros o goma según cargo”.
Finalmente, el tercer uso táctico de los balines es “Como medio disuasivo”, ya que provoca “el distanciamiento y disminución de la agresividad” de los manifestantes.
“Siempre con un escudero y un filmador”
Según el documento, para poder ocupar los balines de pintura, el “marcador”, “deberá actuar siempre en compañía del equipo básico (escudero y filmador)”.
El texto consigna que “bajo ninguna circunstancia hará uso de los proyectiles expulsados del equipo de aire comprimido sobre la cabeza del manifestante ni en la zona genital, debiendo siempre apuntar a las piernas y tórax del individuo”.
Asimismo, señala que “para su utilización sobre personas deberá siempre apuntar el equipo a un individuo seleccionado, nunca hacer uso de proyectiles sin dirección o expulsarlos hacia el grupo en general”.
“Solo en caso de defensa personal o de terceros, podrá hacer uso del equipo a menos de 10 metros sobre los manifestantes o el agresor”, añade.
También señala que cada vez que se ocupe el arma de aire comprimido , el uniformado debe estar acompañado de otro efectivo, el “escudero”, quien posee el escudo de protección de policarbonato institucional.
Finalmente, el “filmador”, debe registrar, sin cortes, “la actuación e intervención del equipo marcador”. Debe filmar “siempre en ángulo abierto”, evitar “hacer acercamientos o seguimientos sostenidos de un sujeto en especial” y enfocar “siempre hacia la dirección de la proyección de las capsulas expulsadas por el equipo de marcación”. Además, también porta balines para posibles recargas.
La preparación del disparador
No cualquier efectivo de Fuerzas Especiales puede ocupar el rol de disparador de balines de pintura. Para poder portar estas armas, el uniformado debe cursar el programa de capacitación “que desarrollara por parte de la Prefectura de Fuerzas Especiales a través del área de docencia a cargo y supervisado por un Oficial dispuesto por la Repartición”. Dicha certificación queda finalmente en la carpeta de antecedentes personales del usuario.
Añade que dada las “condiciones del equipo” se hace “necesaria una periódica retroalimentación de su uso, siendo imperioso conocer los efectos de los proyectiles en el cuerpo humano para un real juicio y adecuado uso”.
Además afirma que el uniformado que la ocupa posee un “factor de responsabilidad”, ya que pese a “ser un elemento no letal, su utilización sobre personas produce necesariamente lesiones en el cuerpo contra el cual se ha usado, como daños menores a la propiedad”.
Finalmente, en las conclusiones, el documento afirma que “la Comunidad exige eficiencia y no acepta que se cometan errores. En ese mismo sentido, no se puede demostrar falta de capacidades, sea tecnológicas o de procedimiento, hecho que nos obliga a crecer técnicamente y actuar en forma moderna y profesional, consolidándonos como líderes y referentes en el control de Orden Publico”.
¿Cuánto costaron los balines de pintura?
Según el “Contrato de compraventa de dispositivos lanzador de esferas no letales entre Fisco-carabineros de Chile y Visión Internacional Ltda.”, con fecha de octubre de 2012 y disponible en el portal MercadoPúblico.cl, el costo final de la operación fue de $28.560.000, con lo que la institución se adjudicó 20 unidades, a un precio neto de $1.200.000 cada uno.
Balines de pintura a 324 kilómetros por hora
Algunos datos que entrega este documento y que se desconocían era la velocidad de trayectoria que tienen los balines de pintura que ocupa de Carabineros.
Según el texto, cada bolita rellena de pintura puede alcanzar los 324 kilómetros por hora, (90 m/s), la que es definida como una “velocidad estandarizada a nivel internacional para evitar lesiones de mayor gravedad, que un hematoma localizado en la zona de impacto”.
Cada dispositivo tiene capacidad de 140 balines, los que tienen un ancho de 17.2 milímetros.
Además, el documento entrega en imágenes el detalle del equipo marcador de aire comprimido, además de especificaciones de cómo cargarlo y cómo limpiarlo.
El protocolo
Revisa el documento titulado “Utilización de equipos de aire comprimido” a continuación.