Brasil: Gobierno dice que "palabra final" sobre cambios políticos la tendrá el Congreso
El ministro de Educación, Aloizio Mercandante, quien en medio de las protestas en el país se ha convertido en una suerte de portavoz del Gobierno, dijo que la convocatoria del plebiscito fue discutida hoy por la jefa de Estado durante una reunión con líderes de los partidos oficialistas.
El plebiscito para una reforma política propuesto por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, permitirá que la sociedad opine sobre el asunto, pero la “palabra final” la tendrá el Congreso, informaron hoy fuentes oficiales.
El ministro de Educación, Aloizio Mercandante, quien en medio de las protestas que sacuden al país se ha convertido en una suerte de portavoz del Gobierno, dijo que la convocatoria del plebiscito fue discutida hoy por la jefa de Estado durante una reunión con líderes de los partidos de la base oficialista en el Parlamento.
Mercadante reiteró que la consulta popular permitirá conocer la opinión de la sociedad en relación a la forma y contenido que deberá tener esa reforma, con la cual Rousseff pretende atender las críticas de los manifestantes al sistema político actual.
“Será un plebiscito con el que millones de personas podrán ir al fondo del asunto y pronunciarse sobre los puntos esenciales de la reforma política”, dijo el ministro a periodistas.
Mercandante reiteró que uno de los puntos del plebiscito será la financiación de las campañas, en el sentido de si debe ser pública, privada o mixta, como es actualmente.
Otra punto que ya está prácticamente definido es una consulta sobre los candidatos para las elecciones parlamentarias.
En ese caso, se preguntará si deben votarse las listas propuestas por los partidos, como es actualmente, o si cada legislador será elegido según los votos obtenidos en forma individual, explicó el ministro.
El Gobierno pretende realizar el plebiscito antes del próximo agosto y, según Mercadante, su resultado servirá para “orientar” al Parlamento, que será el verdadero responsable por la reforma.
“El Congreso tendrá la última palabra”, pues la Constitución dice que las leyes electorales y todo tipo de “alteración constitucional” son “de su exclusiva competencia”, indicó.
No obstante, consideró que, una vez realizado el plebiscito, “sería impensable que el Congreso se niegue a aceptar lo que el pueblo proponga”.
En la reunión con Rousseff participaron dirigentes de diez de los partidos de la base oficialista en el parlamento y, según dijo el presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB), Eduardo Campos, la propuesta de la mandataria obtuvo un apoyo unánime.
“Con el plebiscito, el Congreso podrá conocer la opinión objetiva de la sociedad y definir una reforma política que, hasta ahora, no se ha aprobado debido a los intereses específicos de uno u otro sector político”, declaró.
Según Campos, las manifestaciones de las últimas dos semanas han dejado claro que “el pueblo brasileño quiere una reforma política”, lo cual “desafía a todas las instituciones y a los partidos a dar una respuesta convincente”.