Patricio Bustos y los 40 años del golpe: "El SML tiene un claro rol en la aplicación de justicia"
Este sábado se entregarán los restos de José del Canto Rodríguez, detenido el 6 de octubre de 1973 cuando tenía 17 años. Con él, son 53 las víctimas identificadas de las 126 exhumadas del Patio 29 en 1991.
Son varias las actividades en que participará el Servicio Médico Legal en conmemoración de los 40 años del golpe de Estado. Charlas en colegios, visitas a Villa Grimaldi y el lanzamiento de un diaporama en conjunto con el Museo de la Memoria, son solo actividades que tiene en agenda para estos días el director del organismo Patricio Bustos, quien recalca “el claro rol del SML en la aplicación de justicia”.
Bustos, sin embargo, destaca una actividad en especial. Este sábado se entregarán los restos de José del Canto Rodríguez, detenido el 6 de octubre de 1973 cuando tenía 17 años. Con él, son 53 las víctimas identificadas de las 126 exhumadas del Patio 29 en 1991. “Si bien no es conmemoración del golpe, sí se da en este contexto de conmemoración. Es todo parte de un mismo proceso, de una misma historia”, dice.
Hasta 1973 Patricio Bustos fue presidente del Centro de Estudiantes de Medicina de la Universidad de Concepción. Tras el Golpe de Estado fue detenido, torturado por brigadier Miguel Krassnoff y luego exiliado.
Hoy, 40 años después, Patricio Bustos está a cargo de una de las instituciones que sigue vinculada cotidianamente con los derechos humanos y con el derecho de los familiares de detenidos desaparecidos a recuperar a los suyos. Desde esa tribuna asegura que sigue pensando “con las mismas ideas que cuando fui detenido, torturado y exiliado: que en Chile hay injusticias tremendas desde el punto de vista social”.
“Se necesita por ejemplo una educación pública y gratuita, es necesario una asamblea constituyente para reformar la Constitución, que los derechos del pueblo mapuche no sigan siendo postergados, debemos tener un desarrollo sustentable y equitativo. En cualquier lugar donde yo trabaje voy a pensar lo mismo y voy a tratar de que la institución cumpla su función, en este caso el SML”, afirma.
En esta entrevista, el médico comentó sobre su pasado en el MIR, del cual se siente “orgulloso”; del presente, donde afirma “existe una conciencia cívica que dice que la constitución pinochetista impuesta a sangre y fuego no tiene validez”; e incluso del futuro y de cómo le gustaría ver a Chile en la conmemoración de los 50 años del golpe.
Además, identifica una derecha pinochetista “personificada en Iván Moreira, Raúl Hasbún y Hermógenes Pérez de Arce”, la que califica como “irremediable”.
–¿Cuál es el rol que debe cumplir el SML en esta conmemoración?
-El SML para las semanas posteriores al golpe el año 73, fue intervenido militarmente con firma de un decreto del propio dictador.El dictador tenía claro el rol trascendente (del SML) en la aplicación de justicia. Y esa aplicación de justicia o de negación de justicia en este caso tiene una implicancia social importantísima. Por eso el SML no puede abstraerse de su rol pericial, el de entregar pericias para que se aplique justicia por parte del juzgador. Pero tampoco podemos perder de vista que todas las instituciones cumplen un rol social, ya no solo como empleados públicos, sino como ciudadanos.
-El SML ha identificado víctimas del Patio 29, se exhumaron los restos de Pablo Neruda y de Salvador Allende. ¿Pensó alguna vez que lideraría estas acciones como director del SML considerando que usted fue torturado en el pasado?
-Yo soy la misma persona, no es mi pasado. Es mi presente el que hace que yo haya estado comprometido con las luchas sociales en los años 60, haya estado preso en los 70, exiliado en los 80, retornado en los 90 y buscando trabajos que dieran algún tipo de satisfacción no solo personal sino también humana. El hecho de que yo soy un ex prisionero político y un ex combatiente de la dictadura hace que yo me sienta no solo con una capacidad de justificar lo que hice, sino que yo me siento orgulloso de haber militado en el MIR, de haber participado en la resistencia. Eso es parte de mi vida. Yo sigo pensando con las mismas ideas que cuando fui detenido, torturado y exiliado: que en Chile hay injusticias tremendas desde el punto de vista social. Que esas injusticias deben ser superadas, que se necesita por ejemplo una educación pública y gratuita, que es necesario una asamblea constituyente para reformar la constitución, que los derechos del pueblo mapuche no deben seguir siendo postergados, debemos tener un desarrollo sustentable y equitativo. En cualquier lugar donde yo trabaje voy a pensar lo mismo y voy a tratar de que la institución cumpla su función, en este caso el SML.
-¿Participará en alguna de las actividades conmemorativas? ¿Junto a Bachelet o en La Moneda?
-No me han invitado y si lo hacen, lo evaluaré en el momento.
-¿Por qué cree que estos 40 años se han visto más polarizadas las visiones que en la conmemoración de los 30 años?
-Porque tenemos un país más maduro; porque tenemos un país movilizado con estudiantes y amplios sectores populares en las calles; porque tenemos una conciencia cívica que hace que la gran mayoría diga que la constitución pinochetista impuesta a sangre y fuego no tiene una validez para continuar siendo una camisa de fuerza que impida un desarrollo cívico más adecuado; porque el tipo de desarrollo económico no ha significado el tan cacareado chorreo; porque no se pueden seguir chuteando los problemas de DDHH y del pueblo mapuche indefinidamente, afloran de vez en cuando con cualquiera de los hechos agudos o violentos que significa encontrar un detenido desaparecido o porque hay enfrentamientos por el tema de la posesión de las tierras ancestrales en el sur de Chile.Yo creo que los elementos de concientización política, social, ecológica, moral, histórica, hacen que en estos 10 años hayamos tenido progreso.
-¿Cree que estos factores se acrecientan en un gobierno de derecha como el de Piñera?
-Es uno de los elementos, sin embargo, es obvio que el golpe de Estado a los 10 años bajo dictadura, o a los 20, cuando iniciábamos la transición tiene un carácter distinto que a los 30 y a los 40, y seguramente a los 50 años también. Yo deseo que a los 50 años, al conmemorar la muerte heroica del presidente Allende, nosotros ya no tengamos una constitución pinochetista, ya tengamos un modelo de país distinto y eso sustentado en una educación accesible de calidad y gratuita. Tengamos un sistema de salud mejorado, tengamos superado ese engendro heredado de la dictadura que son las AFPs, es decir una serie de elementos que ojalá a los 50 años sean un mal recuerdo de la dictadura y hayan sido depurados en la construcción de una sociedad democrática que realmente ponga todos los bienes al acceso de las personas.
-¿Qué opina de declaraciones como las de Iván Moreira descartando que ‘la derecha deba “pedir perdón” por el golpe?
-Aquí siempre hay una derecha pinochetista personificada en una triada que yo diría son Moreira, (Raúl) Hasbún por los curas y Hermógenes (Pérez de Arce) por los periodistas. Creo que esa triada pinochetista es irremediable, creo que pueden secuestrarles a un familiar directo desde sus casas durante la dictadura y ellos habrían dicho ‘esto es parte de los costos que tenemos que pagar por tener la paz social’ y esas cosas a través las cuales comenzaron a justificar el golpe.
El terrorismo de Estado estaba además sustentado en la mentira y el ocultamiento porque hay que recordar que los militares y los civiles que asumieron el control del país y lo convirtieron en un gran campo de concentración, dieron el golpe de Estado con la justificación que iban a salvar la patria y la seguridad de los chilenos, por lo tanto ellos como salvadores de la patria no podían aparecer públicamente secuestrando, torturando, violando, exiliando, provocando todos los dolores que hoy por nadie niega en Chile. Incluso Moreira reconoce que hubo desaparecidos, cosa que ni siquiera hasta hoy entiendo como las aceptan otras personas como Hermógenes… O sea hay un nivel de ocultamiento porque la verdad, la historia es una, pero las mentiras son muchas y por eso hay tantas contradicciones entre ellos y por eso que en ese sector político hemos visto las contradicciones, porque ahí tenemos que se dividen entre los que son muy jóvenes para haber sabido lo que pasaba y los que son muy viejos para recordar lo que pasaba.
-¿Cree que falta que personas e instituciones pidan perdón por la dictadura?
-Más allá del perdón, que puede considerarse un paso necesario o una formalidad, es bueno que el tema de los DDHH y los repudios a la dictadura sea compartido por el conjunto de la sociedad chilena, sean civiles o uniformados. Mientras tengamos un submarino con el nombre de Merino, mientras tengamos homenajes a Merino en la entrada de la Institución Naval, mientras tengamos el retrato de Pinochet colgado en los regimientos, obviamente que son dolores que van a mantenerse en el pueblo de Chile.
-Sebastián Piñera habló de “cómplices pasivos” de la dictadura…
-Aquí hubo actores de primera línea porque la única verdad que ha dicho Manuel Contreras en su vida es que la DINA no era un grupito de personas, sino que eran cerca de 30 mil. Eran la punta de lanza de la represión, pero si ellos podían participar es porque había un poder judicial que aceptó, acogió, pero hizo cumplir el 0,1% de los recursos de amparo que se presentaban en dictadura es porque hubo una prensa que decía que los miristas se habían asesinado como ratas en el extranjero, cuando eran presos políticos que habían sido ejecutados o hechos desaparecer en Chile. Entonces teníamos un poder judicial, una prensa y un sustento del poder económico que se sostenía y apoyaba la dictadura, por lo tanto en este rol cívico militar hay que pensar en cómo se establece que por ejemplo se impida la apología de los atropellos de los DDHH como se hace en los países europeos donde está prohibido hacer homenajes al nazismo.
-¿Cómo ve a Chile y su institucionalidad 40 años después del golpe desde la vitrina que le brinda el SML?
-El SML ha aprendido de la historia de Chile y del servicio, y estamos plenamente conscientes que para identificar víctimas de la dictadura los problemas no son de la genética o de la antropología, sino que de la operación Retiro de Televisores que ordenó Pinochet luego del hallazgo de los hornos de Lonquén. El otro impedimento es el tráfico de detenidos producto de la Operación Cóndor que existía entre las dictaduras del cono sur de América Latina, pero nosotros tenemos que poner la ciencia y la justicia para que la balanza se incline a favor de la identificación de víctimas de la dictadura y determinar las causas de la muertes para avanzar en verdad y justicia.
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