Amor por lo que se hace
¡Es muy distinto cuando algo se hace pensando que está el nombre y futuro de tu familia involucrado, que cuando se hace como un simple negocio!.
Tuvimos una experiencia de trabajo que queremos compartir.
Trabajando en un proyecto para Colun, debimos visitar a los socios de la empresa. Para sorpresa nuestra, los dueños estaban trabajando en el campo. Se trata de una cooperativa y los socios son los mismos agricultores. Estaban ocupados del pasto y sus animales.
Unos tienen hartas vacas y otros unas pocas. Pero lo importante y valioso, es que el voto de cada persona vale lo mismo sin importar el capital que tengan. Lo experimentamos y lo registramos:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=3iM_4TQRg_g[/youtube]
Como ingeniero comercial me fue difícil ir entendiendo el concepto de cooperativa. Fue como aprender a hablar otro idioma, con otras reglas. Se vienen muchas ideas a la mente pensando en esa figura, partiendo por preguntarnos, ¿Aún existen cooperativas, y que funcionen? Tuvimos que aprender a hablar su idioma, conocer sus códigos, sus reglas.
Pero no, en el caso de Colun son un modelo de eficiencia y desarrollo, los resultados y calidad de sus productos hablan solos. Y si bien todos los socios valen lo mismo, tienen reglas claras y se exigen con mucho rigor, sin excepciones.
Uno de los agricultores nos explica con una linda metáfora. Dice: “Una cooperativa debe ser como un bosque…”. Eso nos introduce a varios conceptos muy significativos y especiales. Uno es el respeto y gratitud por los árboles “iniciadores”, que permitieron a los más nuevos desarrollarse. Es bonito verlo reflejado en su gente, este reconocimiento a los padres y abuelos. Otro valor implícito es entender que es indispensable respetar a los otros y ayudarse, tal como lo hacen la flora y fauna del bosque. Sin duda que de eso resultan cosas buenas, tal como ocurre en la naturaleza. Aquí pueden ver la historia:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=3iM_4TQRg_g[/youtube]
Los socios de Colun entienden su empresa como un proyecto de vida y no como un negocio financiero. De hecho es común encontrarse con varias generaciones trabajando juntas. Miren a este niño que considera que la lechería de su abuelo “es el mejor restaurante de todo el mundo”
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=vHB1rWWZIMY[/youtube]
¡Es muy distinto cuando algo se hace pensando que está el nombre y futuro de tu familia involucrado, que cuando se hace como un simple negocio!.
Es por esto que nos propusimos hacer publicidad “a la antigua”, porque no está basada en seducir con una imagen espectacular. Contamos historias sin guión ni retoque. Sin pretensión más que la de compartir una forma de vida y de trabajo. Es alguien que te cuenta y ofrece con orgullo lo que hace.
En el camino encontramos la frase que resumía todas estas experiencias que tuvimos:
“Colun, pura buena leche”. Y eso de la buena leche, se lo agradecemos a todos los que conocimos allá en el sur, en el campo, es prácticamente un patrimonio nacional.