El amargo sabor que te pueden dejar los caramelos de "Candy Crush"
La verdadera fiebre que se vive por el popular juego de Facebook ha hecho que sus adictos vean afectado su estado físico, su desempeño laboral e incluso su bolsillo.
Se calcula que cada día los usuarios juegan a Candy Crush unos 700 millones de veces, lo que genera unos beneficios de 400.000 libras. Unos 146 millones al año. El éxito del juego lo podemos ver todos los días en nuestro entorno, en casa, en el trabajo o en el transporte público. La adicción a finalizar las tareas, a superar niveles ha llevado a los expertos a hablar del Efecto Zeigarnik, y también ha provocado ya las primeras víctimas del juego.
El diario Daily Mail recoge en su edición de este jueves una serie de testimonios que suponen un ejemplo, alguno de ellos de cierta gravedad, de cómo la adicción a un juego, en teoría “inocente”, puede llegar a interferir en las tareas más cotidianas.
Así, Lucy Berkley, de 44 años de edad, relata cómo un lunes llegó a la oficina sin posibilidad de trabajar, con dolor de espalda y en los brazos. Al ser interrogada por sus compañeros y jefes tuvo que confesar que no se debía a que hubiese pasado el fin de semana de mudanza, o en el gimnasio, sino que se había pasado más de diez horas seguidas jugando con Candy Crush.
Lo curioso es que esta adicción ha llegado ya, según Lucy, al resto de los compañeros de la oficina.
Otro de los testimonios es el de Steph Brophy, de 37 años, empleada de una entidad bancaria. Dice que comenzó a jugar hace apenas unas cinco semanas, pero ya se confiesa como una “auténtica adicta” al Candy Crush. Cuenta que lo primero que hace nada más levantarse es “encender el móvil y jugar, hasta intentar superar el nivel antes de llegar al trabajo”.