Arabia Saudita rechaza su asiento en el Consejo Seguridad de la ONU
El país árabe renunció a su escaño en el organismo, acusando que "los mecanismos de trabajo y la actual política de doble rasero en el Consejo de Seguridad impiden que este cumpla con sus deberes".
Arabia Saudita rechazó su asiento como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, para el que fue elegido ayer, hasta que este organismo sea reformado y acabe con su “política de doble rasero”.
El anuncio lo hizo el Ministerio saudí de Asuntos Exteriores en un comunicado en el que agradece a todos los países que le otorgaron su confianza al elegir a Arabia Saudita como miembro no permanente del Consejo de Seguridad para el bienio 2014-2015.
“Arabia Saudita considera que la forma, los mecanismos de trabajo y la actual política de doble rasero en el Consejo de Seguridad impiden que este cumpla con sus deberes y afronte su responsabilidad de la forma adecuada para mantener la seguridad y la paz”, señaló Riad.
Por ello -indica el reino saudí en la nota-, esa situación “ha afectado a la seguridad y la paz, ha ampliado la injusticia en los pueblos, ha usurpado sus derechos y extendido los conflictos y guerras en diversas zonas del mundo”.
El Ministerio saudí de Asuntos Exteriores lamenta que los esfuerzos internacionales que se han desplegado en los últimos años, y en los que ha participado Arabia Saudí, no han logrado introducir las reformas que se requieren para que el Consejo de Seguridad recupere su papel al servicio de la seguridad y la paz mundiales.
El reino del golfo Pérsico singulariza en la causa palestina -“que lleva 65 años sin una solución justa y permanente y ha generado varias guerras que amenazaron la estabilidad mundial”- la incapacidad del Consejo de Seguridad para cumplir con su deber.
También cita como ejemplo su fracaso para hacer de Oriente Medio una región libre de todo tipo de armas de destrucción masiva.
Además, subraya que la incapacidad del Consejo de Seguridad “ha permitido que el régimen sirio asesine a su pueblo y lo aniquile con armas químicas, a la vista y oído de todo el mundo sin imponer sanciones disuasorias”.
“Conforme a todo eso, el reino saudí no puede más que excusarse de ser miembro del Consejo de Seguridad hasta que se reforme”, sentencia la nota.
