Al alcalde de Nueva York no le gusta el trabajo de Banksy
"Arruinar y desfigurar la propiedad pública o privada no es mi definición de arte", dijo Michael Bloomberg respecto del trabajo del artista británico, quien estaría siendo buscado afanosamente por la Policía.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, no está especialmente entusiasmado con el proyecto que el grafitero británico Banksy está llevando a cabo en las calles de su ciudad.
Cada día, bajo el lema “Better out than in” (Mejor afuera que adentro), Banksy realiza una de sus obras en un rincón de la ciudad y sube una fotografía de la misma a su página web (www.banksyny.com).
En un encuentro con la prensa la pasada semana, Bloomberg fue consultado por el periplo de Banksy en Nueva York. El alcalde afirmó que ” he dejado el tema en manos de nuestro Departamento de Asuntos Culturales, pero el grafiti arruina la propiedad pública y es un signo de decadencia y pérdida de control”, espetó.
El edil agregó que “el arte es arte, y nadie lo apoya más que yo, pero arruinar y desfigurar la propiedad pública o privada no es mi definición de arte“. Bloomberg terminó su conversación con los medios asegurando que lo que hace Banksy “puede ser arte, pero no debe ser permitido y eso es exactamente lo que dice la ley”.
Coincidiendo con estas declaraciones, hace solo unos días el “New York Post” publicaba en su portada un titular en el que aseguraba que la Policía de Nueva York había recibido tajantes órdenes para «capturar» al grafitero. Como era de esperar, Banksy reaccionó reproduciendo la portada del medio en su sitio web y asegurando: «No creo lo que leo en los periódicos».
Un ejemplo de lo que podría significar esta “mano dura” contra el grafitero fue reportada por el sitio Gothamist, que publica cómo la instalación de la figura de Ronald Mc Donald acompañado de un harapiento lustrabotas finalmente fue interrumpida por la Policía, quienes amenazaron al actor que interpretaba al lustrabotas con darle una multa por alteración del orden público.
Según el fotógrafo Sean Shapiro, quien estaba presente en la escena, cinco patrullas con al menos diez oficiales de policía llegaron hasta el lugar. Éstos esperaron en el lugar hasta que la estatua fue sacada en una van negra.