Marco en peligro
De ser la novedad de la elección presidencial de 2009, Marco Enríquez-Ominami no sólo ha perdido esa condición, sino que ahora además corre el riesgo de llegar en cuarto lugar en la carrera a La Moneda.
Hace cuatro años en la Concertación varios culparon al entonces diputado por Limache de la imposibilidad de que la coalición alcanzara un quinto gobierno consecutivo. El ex socialista Marco Enríquez-Ominami había obtenido un 20% de los votos en diciembre de 2009, mientras que Eduardo Frei lo aventajó solamente por un 8%. Esto, más un discurso centrado en las falencias de la Concertación y la resistencia a darle el apoyo al ex mandatario en segunda vuelta, explican que cuando se analiza el fracaso concertacionista muchos apunten al ex parlamentario.
Sin embargo, el escenario que hoy enfrenta Enríquez-Ominami es radicalmente distinto. De hecho, ya no es considerado una novedad porque se presenta por segunda vez como candidato. En esa condición está el independiente Franco Parisi.
La dura competencia por la izquierda
Esta vez tiene ocho contendores. Al menos cinco, sin considerarlo a él, representan a la izquierda o a la centroizquierda. A diferencia de lo que pasó en la elección anterior, la Concertación –hoy Nueva Mayoría con la inclusión del Partido Comunista- cuenta con una carta –la ex Presidenta Michelle Bachelet- que aparece como la favorita en todas las encuestas y que se impuso en forma categórica en la primarias realizadas a fines de junio. Mientras que Eduardo Frei salió electo de un proceso que hoy se considera un error -las primarias regionales- y nunca lideró los estudios de opinión en su campaña por la reelección.
Otra dificultad es que la ex mandataria ha desplegado un discurso que tiene varias coincidencias con el de ME-O como la idea de impulsar una Nueva Constitución, reforma tributaria, educación gratuita y de calidad, por nombrar algunos de los ejes de su campaña. Ideas que también han recogido otros postulantes.
Un buen piso: 10%
En el círculo íntimo de Enríquez-Ominami hace meses están conscientes de que las condiciones son más complejas que en la elección de 2009. Que con nueve candidatos en la papeleta del 17 de noviembre, lo más probable es que se produzca una mayor dispersión de votos. Por eso, a la hora de proyectar los resultados pocos apuestan a que el ex diputado alcance el 20% de apoyo de hace cuatro años. De hecho, cuando se pregunta qué porcentaje sería un buen piso para el 2017, los cercanos al ex parlamentario hablan de un 10%. Menos de eso, reconocen, representaría un golpe muy fuerte para el candidato. Más todavía si es superado por Parisi.
El analista político Max Colodro -que participó activamente en la campaña anterior de Enríquez-Ominami- señala que ahora el panorama es distinto. “Marco presentaba una crítica en un momento de crisis de la Concertación, de desgaste. Y ahora tiene más dificultades porque son varias las candidaturas que se identifican con la centroizquierda o con la izquierda. Entonces, es un nicho mucho más peleado. Era más fácil quitarle votos a Frei, porque había un margen amplio entre él y Jorge Arrate”, sostiene.
“¿Cómo le sacas votos a Bachelet por la izquierda si ella tiene el apoyo del PC?”, plantea Colodro, quien además destaca que no es lo mismo competir con la ex mandataria que con Frei y que es la Alianza el bloque que enfrenta más complicaciones en este proceso.
Esto, no solamente representa una dificultad para que Enríquez-Ominami logre un nivel de respaldo satisfactorio en las próximas elecciones sino también para la posición en la que quedará el 17 de noviembre. El mismo Colodro plantea que si Marco obtiene un 10% de los votos sería un buen resultado. Pero advierte que “corre el riesgo de llegar cuarto”, detrás de Franco Parisi, pese a las denuncias lanzadas por la candidata de la Alianza Evelyn Matthei en su contra en los últimos días.
De hecho en las últimas encuestas, el ex socialista aparece en el cuarto lugar. En el estudio de la UDP, Enríquez-Ominami logra el 7%, mientras que, Parisi obtiene el 10,6. En el sondeo de La Segunda-UDD, el ex diputado tiene un respaldo de 7% y el economista de un 10%. En tanto, en el de Ipsos, el dirigente del PRO es apoyado por el 8% de los consultados y el independiente por el 16%.
La incógnita del voto voluntario
Una opinión distinta tiene Carlos de Urresti, quien el 2009 era el jefe de gabinete del ex socialista. El asegura que la recepción en la calle a su candidato, a quien ha acompañado en giras a Valdivia y Temuco, es “más potente” que hace cuatro años. Por eso, afirma que “confiamos en que vamos a pasar a segunda vuelta”.
De Urresti se niega a hablar de porcentajes, sobre todo porque se desconoce cómo operará el voto voluntario. Eso sí, descarta que Parisi represente un peligro para Enríquez-Ominami. “Es un candidato de derecha, que se fue a la B con el escándalo de esta semana. Nosotros estamos en contra del lucro y Parisi está a favor. Nosotros estamos por defender los derechos de los trabajadores y Parisi está en contra”.
En todo caso, ambos creen que es difícil prever las proyecciones políticas del ex parlamentario. Para Colodro porque el cambio al sistema binominal –que en su opinión se materializará antes del fin de próximo gobierno- significará un reacomodo importante de las fuerzas políticas. Mientras que De Urresti recuerda que tanto Lula, el ex mandatario brasileño, como Salvador Allende, postularon cuatro veces a la presidencia.