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6 de Noviembre de 2013

Del terror: Infracción de tránsito termina con "revisión de cavidades"

Un policía del sur de Nuevo México arrestó a un conductor por considerar que podía estar escondiendo drogas en su trasero. Decisión que terminó con el detenido sufriendo incluso una colonoscopía.

Por Redacción
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Un verdadero cuento de terror fue el que vivió un ciudadano del sur de Nuevo México (Estados Unidos), quien tras una falta menor de tránsito, terminó siendo objeto de una meticulosa, incómoda y finalmente inútil búsqueda de drogas en su cuerpo.

De acuerdo el informe policial, tras terminar de comprar en una tienda, el afectado David Eckert no se detuvo por completo ante un disco “Pare” ubicado a la salida del local, siendo detenido de inmediato por la policía.

Según relató Shannon Kennedy, abogada de Eckart, cuando la policía le pidió a su cliente que saliera del vehículo, éste parecía estar apretando los glúteos. Los uniformados pensaron que era una causa probable para sospechar que Eckert escondía drogas en su trasero. Así es que, tras detener al hombre, consiguieron una orden de cateo de un juez que autorizaba una búsqueda en la cavidad anal.

Luego de que un centro asistencial en la localidad de Deming se negara a realizar la búsqueda, por “antiética“, el Gila Regional Medical Center accedió a realizar el procedimiento.

Lo que sigue es una detallada lista de lo que debió sufrir el pobre hombre, extraída de las fichas médicas y de documentos legales a los que tuvo acceso el canal de tv local KOB:

  1. La zona abdominal de Eckert fue radiografiada. No se encontraron drogas.
  2. Luego los médicos realizaron un examen del ano de Eckert con sus dedos. No se encontraron drogas.
  3. Los médicos realizaron un segundo examen anal con sus dedos. No se encontraron drogas.
  4. Los médicos penetraron el ano de Eckert para insertarle un enema. Luego fue forzado a defecar frente a los médicos y policías. El hombre pudo ver cómo los médicos buscaban en sus heces. No se encontraron drogas.
  5. Los médicos insertaron un enema por segunda vez. Nuevamente Eckert fue obligado a defecar frente a los médicos y policías. De nuevo los médicos buscaron en sus excrementos. No se encontraron drogas.
  6. Por tercera vez, los facultativos insertaron un enema en el ano de Eckert, quien otra vez fue obligado a defecar frente a policías y médicos, que hurgaron en sus heces sin encontrar drogas.
  7. Luego los médicos volvieron a tomar una radiografía abdominal del hombre. No se encontraron drogas.
  8. Finalmente, los médicos prepararon a Eckert para una cirugía, lo sedaron y le realizaron una colonoscopía, donde se insertó un tubo con una cámara a través del ano, el recto, el colon y el intestino grueso del hombre. No se encontraron drogas.

Estos procedimientos fueron realizados sin consentimiento de David Eckert, quien se opuso verbalmente a todos. Además, la orden judicial sólo era válida para el condado de Luna, donde está la localidad de Deming – el Gila Regional Medical Center, donde tuvieron lugar los exámenes, se encuentra fuera de esa jurisdicción.

Por si fuera poco, la orden expiraba a las 10:00 PM del mismo día, en circunstancias de que la colonoscopía se realizó 3 horas después de dicha hora límite.

Mientras el afectado mantiene una demanda judicial en contra de los involucrados, el jefe de la policía local declinó hacer mayores declaraciones al respecto, pero insiste en que sus oficiales cumplían con la ley.

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