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14 de Noviembre de 2013

¿Por qué recula Mujica?: Ahora duda de la legalización de la marihuana

De cara a la polémica iniciativa el mandatario uruguayo dijo que "no tenemos la seguridad de que nos lleve a buen puerto", por lo que le pidió a la “humanidad” que “nos permita hacer un experimento".

Por Redacción
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El presidente uruguayo José Mujica, volvió a abordar el controvertido tema de la legalización de la marihuana, propuesto por él mismo en 2012, admitiendo que no sabe si su resultado será positivo. Es por ello que renglón seguido, le pidió a la “humanidad” que “nos permita hacer un experimento”.

En un entrevista con el Movimiento de Participación Popular del Frente Amplio, el mandatario además dijo que el problema de las drogas es “muy gordo”, y más aún “ante el advenimiento de las drogas sintéticas.”

Mujica subrayó que en Uruguay cuesta que se reconozca que mucho peor problema que la adicción de la droga es la existencia del narcotráfico.

“El narcotráfico nos está pulverizando lo que era una vieja cultura delictiva que tenía el Uruguay. Todo esto dicho entre comillas, porque dentro del mundo delictivo también existían valores, barreras y límites. La aparición del narcotráfico significa la pulverización de todas las barreras morales que pudiera tener el campo del delito”, agregó.

José Mujica planteó en esta misma línea, que el problema de seguridad que padece “indirectamente”  Uruguay es la irrupción cultural que trajo en el campo del delito la presencia del narcotráfico. “Eso es mucho más grave, que todo lo demás”, indicó.

Objetivos y dudas

Consultado por las posibles soluciones que puede traer el proyecto sobre legalización y regulación de la marihuana, el Presidente explicó que “primero, si consideramos que como cualquier adicción el consumo excesivo de una droga se transforma en una pesadilla para la salud, el primer error es tener ese mundo con la posibilidad que se pueda desviar hacia la clandestinidad.”

“Segundo, vemos que un control racionado de la marihuana nos puede servir para identificar al que está consumiendo y si alguno tiende a pasarse sabemos que hay que atenderlo. Tercero, no lo dejamos regalado en las manos de la mafia, no lo tratamos como a un delincuente o como a un potencial favorecedor de delincuentes y al mismo tiempo nos preocupamos, en los lugares concretos, de propagar conocimientos, ideología, para que la gente no se desvíe hacia la drogadicción como enfermedad”, añadió.

Con todo, Mujica indicó que quiere ensayar otra metodología, no obstante, reconoció que “no tenemos la seguridad de que nos lleve a buen puerto, es cierto, pero le pedimos a la humanidad que nos permita hacer un experimento, que participe y probablemente podamos encontrar claves, que hoy no las tenemos, para combatir esto, porque estamos fracasando rotundamente por todos lados.”

“Es un problema muy gordo y más gordo ante el advenimiento de las drogas sintéticas”, manifestó y luego subrayó que “el Estado no puede renunciar a una de las funciones fundamentales, que es velar por la seguridad de la gente, que no es andar a los palos y a los tiros, es preocuparse de estas cosas que son muy contundentes con la conciencia y la capacidad de decisión de cada uno”, remató.

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