La batalla de Maipú: Denuncian fallas en construcción de hospital que Mañalich quiere inaugurar mañana

Quienes han trabajado en la construcción del Hospital El Carmen de Maipú aseguran que no está listo para ser inaugurado, ni siquiera para ser entregado a la comunidad. Los trabajadores denuncian que existen peligros latentes en el recinto y culpan a la constructora encargada de mal manejo y deficiencias en la construcción de las obras.

El retraso en la entrega del hospital, que originalmente debía ser inaugurado a fines del 2012, ha servido para alimentar la polémica que tiene como protagonista al ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien ha asegurado que inaugurará si o si el recinto este sábado, a pesar que las obras no han sido recepcionadas por el municipio de Maipú, lo que a juicio del alcalde de la comuna, el DC Christian Vittori, constituye una ilegalidad.

En la oposición han interpretado la premura de Mañalich por inaugurar el recinto como una estrategia de dos patas: apuntalar la campaña presidencial de la oficialista Evelyn Matthei y dar curso a la ruta de corte de cintas que protagonizaría el Presidente Sebastián Piñera en el tramo final de su mandato. El diputado PPD del distrito, Pepe Auth, señaló este jueves que: “La voluntad de aportar a la candidata oficialista en la campaña de segunda vuelta no puede llevar al ministro Mañalich a pasar por encima de la Ley”.

Los antecedentes presentados por los trabajadores vienen a sumar argumentos a quienes señalan que el hospital no puede comenzar a operar, ya que los peligros y errores de la construcción, constituyen una amenaza para los usuarios del servicio.

Hospital trizado

“Hay un peligro inminente de electrocución o de corto circuito. Porque hay una cámara de descarga húmeda, donde van a caer las aguas servidas, por donde pasa un cable eléctrico de alta tensión que no está protegido. Según la norma, eso debiera ir protegido con una tubería plástica, o un codo, que proteja el cable y lo separe del contacto con el agua. Nosotros mandamos un correo a la empresa y ellos están al tanto. Les avisamos hace una semana, y no hemos tenido respuesta”, asegura Lucas Cortés, presidente del Sindicato Interempresas que agrupa a los trabajadores de las distintas firmas contratistas que prestaron servicios en la construcción del recinto.

Pero las amenazas a la seguridad no terminan ahí, según denuncian los operarios. Al menos 50 paneles de vidrio que cubren la moderna fachada del Hospital El Carmen de Maipú no estarían tan firmes como se ven a primera vista. Estos armatostes, de 365 kg de peso, estarían trizados y con riesgo de caer sobre quienes transiten en sus cercanías.

Cortés asegura que la constructora está al tanto, y que el reemplazo de los paneles no será cosa fácil de resolver: “Ellos están conscientes y claros, y saben donde están esos vidrios rotos. Cambiar esos vidrios demora, de hecho, no han llegado, se demoran 3 ó 4 meses en llegar porque los traen de España. Aquí vamos a estar, al menos, hasta febrero. Nosotros somos la llamada ‘cuadrilla de reposición’, si se quiebra un vidrio nosotros tenemos que repararlo. Los repuestos recién van a llegar después de diciembre, y después el trabajo para instalarlo demora al menos dos días por cada pieza”.

“Hubo vidrios que se pusieron trizados. Nosotros dimos el aviso, y desde la Constructora nos dijeron que los pusiéramos igual. Aquí yo responsabilizó directamente a la Constructora San José. Ellos saben que se instalaron quebrados”, apunta el dirigente.

Otro de los líderes sindicales, Ricardo Moreno, director del Sindicato Interempresas, cuenta que también hay problemas en los baños: “Los tanques de acumulación en altura, de acuerdo a la información entregada por un maestro de la empresa encargada de la tarea, están alineados en un solo nivel, ¿qué significa eso?, significa que cuando descarguen esos tanques de acumulación de agua, cuando este en pleno uso el hospital, las aguas servidas, o las aguas potables, van a emerger por la gravedad. No existe el desnivel correspondiente para que esas aguas vayan directamente a la descarga domiciliaria que va a tener el hospital. Este es un tema técnico que está al interior del hospital, y es tanto o más grave que lo que ocurre con los paneles o el cable de alta tensión”.

“Se va a provocar un rebalse de las tasas y los lavamanos. Esto ocurrirá en todos los baños del hospital”, acusa el trabajador.

Además, los sindicatos acusan que existen otros problemas menores, como la poca seguridad en los accesos en altura. Lucas Cortés lo explica: “Donde están los barandales, que son de vidrio, en las esquineras quedaba un espacio de 30 cm, por donde perfectamente podía caerse un niño. Cuando se dieron cuenta de eso, sacaron los vidrios, y no encontraron nada mejor que poner una plancha de internil pintada de negro. Y resulta que el internil es mucho más riesgoso, y ahora incluso podría caerse un adulto. No tuvieron el cuidado de reforzar eso”.

Lo anterior se suma a los grifos tapados por rejas, los postes en la mitad de las calles y el atraso en las obras de acceso al recinto. Según Lucas Cortés, se privilegió un criterio estético: “Ellos están priorizando que se vea presentable el hospital, que tenga una bonita fachada, y no se están preocupando de los riesgos que existen”. Agrega que las obras en el exterior del Hospital están lejos de estar terminadas (ver galería de fotos)

A media máquina

En el Servicio de Salud Metropolitano Central declinaron entregar una versión oficial sobre las denuncias de los trabajadores, pero si señalaron que “existen algunos detalles que deben solucionarse en los próximos días”.

Por lo mismo, aclaran que la inauguración del hospital que anunció el Ministro Mañalich para este sábado, no será tal, sino que se tratará de una entrega a la comunidad. “No va a entrar a funcionar al 100%”, señalan en comunicaciones del Servicio de Salud, donde agregan que desde el sábado operarán solo algunas atenciones. “Toma de muestras, laboratorios, traumatología, medicina interna, psiquiatría y pediatría general, y solo si las personas vienen derivadas desde un consultorio, es decir, una interconsulta”, señalaron.

La Urgencia tampoco estará operativa, por lo que los niños deberán seguir acudiendo al hospital  San Borja Arriarán si tienen una emergencia, y los adultos a la Posta Central. Esta situación se mantendrá “hasta febrero o marzo”, aseguran en el Servicio de Salud.

La autorización sanitaria para el funcionamiento del nuevo Hospital de Maipú recién estuvo lista el pasado martes, luego de diversas observaciones realizadas por la SEREMI Metropolitana.

Capitales españoles

Quien se adjudicó la concesión para administrar el nuevo Hospital de Maipú fue la empresa española San José Tecnocontrol, parte del Grupo San José, multinacional dedicada a la construcción y gestión de servicios como aeropuertos y hospitales. Solo el año 2012 la facturación de la empresa alcanzó los 658 millones de euros. En Chile, además del Hospital de Maipú, también gestionan  el recién inaugurado Hospital de La Florida, y la Autopista Rutas del Loa, en Antofagasta.

La Constructora San José, parte del grupo, estuvo a cargo de la edificación del cuestionado recinto hospitalario de Maipú. Los trabajadores la responsabilizan directamente por las fallas que denuncian: “Se está apurando esto, nosotros podemos presumir los motivos. Primero que nada, de orden económico, para resguardar lo invertido, y lo otro, claramente es un tema político”, apunta Ricardo Moreno.

“El hospital no está en condiciones de ser inaugurado. Aquí faltan obras por concluir, son obras civiles que son responsabilidad de la constructora”, agrega el sindicalista, apuntando a las obras de mitigación vial que se ejecutan con atraso en los exteriores del recinto hospitalario. Según cuenta, hubo desprolijidad en la elección de las empresas contratistas, lo que generó que varias de ellas se retiraran de la obra antes de terminar los trabajos encomendados. Por lo mismo, San José debió asumir las obras civiles, generando el retraso.

Y no sólo eso. “Hubo deficiencias en la administración del proyecto, y en la calidad de las empresa de subcontratación que trabajaron acá. Eso los llevó a conflictos laborales, los llevó a que San José acumule 36 millones de pesos en multas, sólo en la Inspección del Trabajo de Maipú. Tenemos dos accidentes graves de trabajadores que fueron aplastados en derrumbes y quedaron inhabilitados para volver a trabajar de por vida”, agrega Moreno.

El dirigente de los trabajadores de Inbobe, Lucas Cortés, suma denuncias: “Hubo menores de edad trabajando en plena faena, extranjeros indocumentados también. Se los hizo trabajar y no se les hizo contrato ni se les entregaron implementos de seguridad. San José se cruzó de brazos porque las responsables eran empresas subcontratistas”.

Vittori v/s Mañalich

El gallito político se instaló en la trastienda de la inauguración del hospital. Mientras desde La Moneda leen que el municipio de Maipú busca frenar el ‘vamos’ a la obra para permitir que sea Michelle Bachelet la que corte la cinta en marzo, en la oposición aseguran que el ministro de Salud quiere ocupar el evento como una plataforma para beneficiar la aspiración presidencial de Evelyn Matthei y, de paso, darle un ’empujoncito’ a la estrategia del Presidente Piñera para dejar el Gobierno con una aprobación al alza.

Lo cierto es que las obras no han sido recepcionadas por el municipio, por lo que el hospital no puede comenzar a operar, a menos que el titular de Salud se arriesgue a una ilegalidad. Según plantea la Ley General de Construcción y Obras: “Ninguna obra podrá ser habitada o ser destinada a uso alguno antes de su recepción final”. 

En una actitud desafiante, Mañalich ha dicho que el sábado llegará el Presidente a entregar el hospital a la comunidad. Según declaró a La Tercera: “El alcalde (Vittori) quiere atrasar su inauguración lo máximo posible. Si no nos entrega los permisos vamos a continuar con la recepción progresiva de los pacientes. El Presidente va a asistir el sábado a la inauguración”. Eso mismo se lo dijo a Vittori en una reunión privada realizada el martes en el municipio.

En su defensa, Vittori plantea que el Ministerio no los ha dejado ingresar a inspeccionar las obras. En conversación con El Dínamo la autoridad comunal planteó: “Hemos ido varias veces a revisar y nos han negado la entrada. Para poder hacer la recepción final, debemos ingresar y el Ministerio no lo ha permitido”.

Sobre las denuncias de los trabajadores, Vittori plantea que es la subsecretaria de Redes Asistenciales, mandante del proyecto, la que debe hacerse responsable: “Aqui hay una falta de la empresa concesionaria, este contrato debió haber terminado en diciembre del 2012 y el hospital entrar en funcionamiento en enero 2013, hay al menos un año de atraso. El atraso debe imputarse a la empresa concesionaria. Los mandantes deben dar cuenta que la empresa haya cumplido con la obra y con los permisos”.

Este viernes podría jugarse un nuevo round en la batalla por inaugurar el hospital. Según anuncia el alcalde, los funcionarios de la Dirección de Obras concurrirán al recinto para hacer la fiscalización final: “Vamos a revisar si el edificio está en uso, y si está en uso, lo que corresponde reglamentariamente es que el fiscalizador notifique al Juzgado de Policía Local. La norma establece que, sin perjuicio de las multas que puede contemplar la ley, el inciso primero dice que puede sancionarse con la inhabilidad de la obra, incluyendo incluso el desalojo de los ocupantes con la fuerza pública”.

Una verdadera declaración de  guerra, considerando además que el Hospital El Carmen de Maipú ya atiende pacientes desde el martes pasado.