Un tercio de las licencias médicas pedidas por mujeres fueron rechazadas por Isapres
El caso más emblemático es el de Cruz Blanca, la cual pasó de un 25% de rechazos a un 35,5% en 2012, seguido de Masvida con un 26,6%. Sin embargo, en el caso de los hombres, los rechazos a las licencias médicas van en bajada, pasando de un 27% en 2011 a 25% el año pasado.
La Superintendencia de Salud informó que casi un tercio de las licencias médicas presentadas por las mujeres ante las Isapres fueron reducidas o rechazadas.
Según el ranking elaborado por la institución, Banmédica, Colmena, Consalud, Cruz Blanca, Masvida y Vida Tres, elevaron sus rechazos a los permisos femeninos de un 21% en 2011 a un 29% el año pasado.
El caso más emblemático es el de Cruz Blanca, la cual pasó de un 25% de rechazos a un 35,5% en 2012, seguido de Masvida con un 26,6%, consigna La Tercera. Sin embargo, en el caso de los hombres, los rechazos a las licencias médicas van en bajada, pasando de un 27% en 2011 a 25% el año pasado.
Claudio Santander, presidente de Masvida, explicó esta situación indicando que “proporcionalmente hablando, tenemos la mayor cantidad de mujeres, lo que explica que también haya una alta proporción de rechazos. Se trata de evitar la licencia injustificada, las isapres no están por negarla a alguien que está realmente enfermo, pero se ha mejorado el control”.
Por su parte, Rafael Caviedes, director ejecutivo de la Asociación de Isapres, detalló que “hay antecedentes preliminares de que, desde el cambio de las licencias maternales por el nuevo posnatal y las restricciones a las licencias por reflujo, habría un aumento de las licencias por enfermedades mentales, como depresión, en mujeres. Hay que analizar si esos permisos de origen mental podrían estar sustituyendo esas otras”.
Sin embargo, esta situación fue rechazada por Fernando Muñoz, jefe de la división de Políticas y Gestión en Salud de la Universidad de Chile, ya que apunta que “las variaciones no parecen tener una lógica a simple vista y por eso deberían ser analizadas para descartar que haya un rechazo sistemático injustificado. Estas situaciones generan desconfianza, porque es un conflicto de interés que sean las propias isapres las que decidan si pagan o no una licencia médica, que impacta además en sus utilidades”.