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2 de Enero de 2014

Presidente CNA: "Proveer buena educación y ganar un poco de plata no tiene nada de malo"

Matko Koljatic defiende la existencia del lucro en la educación, aunque regulado, y desliza que enviaron los datos de la Universidad Andrés Bello al Ministerio de Educación por su relación con Laureate.

Por Nicolás Sepúlveda
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Hace poco más de un año que está al frente de la Comisión Nacional de Acreditación y bajo su mandato se ha notado un cambio de mano. Aunque asegura que solo intentan aplicar la ley, en el último tiempo el organismo  ha llamado la atención por dejar sin certificación a las universidades Gabriela Mistral y de Las Américas. De hecho, en las últimas sesiones, de once instituciones evaluadas, a cinco se les rechazó la acreditación.

En esta entrevista, Matko Koljatic -ingeniero comercial PUC, graduado de la Escuela de Negocios de Stanford y director en Quiñenco- repasa el sistema de educación superior chileno y asegura que le falta más inversión “tanto por parte de instituciones sin fines de lucro, como por quienes buscan un retorno razonable sobre la inversión”.

Al referirse a los casos de las  universidades del grupo Laureate -de Las Américas, UDLA, y Andrés Bello, UNAB- señala que en la evaluación detectaron transacciones con sociedades de su grupo controlador, y que informaron de esa situación al Ministerio de Educación. Sobre la UDLA, aclara que no la acreditaron porque más del 20 por ciento de sus gastos van a Laureate, lo que pone en riesgo la sustentabilidad del proyecto educativo. Dice que ahora cuida muy bien sus palabras, porque desde esa universidad buscaron objetarlo.

– ¿Está más exigente la CNA?

En la administración de Iñigo Díaz también hubo rechazos. Lo que pasa es que ahora estamos viendo muchos más casos que antes, lo que nadie ha tomado en consideración. Porque hay una casi obligación por parte de los CFT e IP para acreditarse, tienes más casos, y como tienes más casos, puede ser que en términos absolutos tengas más rechazos. Entran a la acreditación instituciones que están menos preparadas, que tienen menos trayectoria o que son más nuevas, o más chicas…

– ¿No son más exigentes los criterios post movilizaciones del 2011?

Es que la vida de las instituciones va cambiando, entonces hay situaciones en que a las instituciones se les complica la situación, pero los criterios son los mismos, la ley es la misma. Acuérdate que aquí votan 15 personas, efectivamente ha habido cambios en las personas y es posible que las personas tengan visiones ligeramente distintas, pero estamos tratando de aplicar la ley.

– Al asumir  la dirección de la CNA dijo que iba a revisar la situación de los pares evaluadores, que iba a leer el manual y que no podía ser que cualquiera fuera y evaluara una institución. ¿Qué ha pasado con eso?

Hace aproximadamente dos meses se abrió un concurso público de pares evaluadores, ese concurso se cerró a fines del mes de noviembre, postularon del orden de 400 personas, con lo cual vamos a renovar completamente el contingente de pares evaluadores. Lo que pasa es que el análisis de que personas quedan como pares, tuvimos que postergarlo para el mes de enero porque estuvimos con mucha carga de trabajo de acreditaciones institucionales en noviembre y diciembre. En enero habrá un nuevo registro, hecho por concurso público, y vamos a considerar el currículum de la gente que se presentó y la comisión deberá aprobar un cierto porcentaje, necesitamos como 200. Yo calculo que más o menos la mitad de los que se presentaron quedarán en el registro de pares nuevos. Que es lo que dice la ley, lo que pasa es que hasta ahora no se había hecho.

– A la Universidad de Las Américas no se le renovó la acreditación y  dijo que se había detectado una relación poco clara con su grupo controlador, Laureate. ¿Remitieron esos antecedentes al Ministerio de Educación?

Lo que yo dije fue que habíamos detectado transacciones entre partes relacionadas, y que no era nuestro rol determinar si eso correspondía o no correspondía, por lo que le remitimos esos antecedentes al Ministerio de Educación. No hablé de relaciones poco claras, revisé muy bien mis palabras porque después los de Las Américas me querían objetar.

Eso es lo que hay, transacciones entre la universidad y dos entidades que son controladoras de la universidad, pero no estamos emitiendo ningún juicio sobre esa relación.  Si podemos decir que los montos son importantes, algo así como que más del 20 por ciento de los gastos de la universidad corresponden a este tipo de transacciones. Toda la información financiera se remitió al Ministerio.

– En El Dínamo pudimos detectar que la Universidad Andrés Bello tiene el mismo tipo de transacción con sociedades Laureate, que también la controla. Ustedes revisaron también a la UNAB durante diciembre ¿por qué en el caso de Las Américas enviaron los datos al Ministerio y no en el caso de la Andrés Bello?

Lo que pasa es que el acta de la sesión donde se revisó el caso de la UNAB no se ha hecho pública, por los feriados que han existido estas semanas. Por tanto, el acta va a ser aprobada el miércoles ocho de enero. Cuando se hagan públicas esas actas vas a saber -si es que las aprueban los consejeros- si es que nosotros constatamos que también existían transacciones entre partes relacionadas en el caso de la Universidad Andrés Bello, y vas a saber también si es que nosotros enviamos la información al Ministerio de Educación. Ahora, dado que ustedes saben de esto, podrás presumir cual es la respuesta. Pero mientras las actas no estén aprobadas, no te puedo dar más información.

– Me imagino que esa información influyó en que la acreditación de la UNAB fuera ahora por cuatro años, y no por cinco, como había sido la vez anterior.

Esa información está en las actas, y ya se le comunicó a la universidad.

-¿Influyó la información sobre las transacciones en qué se bajara un año la acreditación?

No es parte de los criterios de acreditación ese tema. No hay ningún criterio en la ley que hable de este tema. Lo que si dice la ley, y de lo que nosotros nos tenemos que preocupar, es de la sustentabilidad del proyecto educativo, y es evidente que en la sustentabilidad de un proyecto tienes que preocuparte del área financiera. Es por eso que nosotros recurrimos a obtener esa información.

– El tema de la no sustentabilidad del proyecto fue una de las razones para no acreditar a la Universidad de Las Américas, ¿este criterio se replicó en el caso de la UNAB o fue distinto?

Lo que nosotros observamos en el caso de Las Américas es bien preciso, es un dato (las transacciones con sociedades Laureate). Ese tipo de transacciones son vistas como una situación complicada, porque si tu dependes de un tercero, quien quiera que ese tercero sea, en cuanto, por ejemplo, a la propiedad de los edificios donde funciona tu institución o en que tienes que pagarles arriendos importantes, o por los servicios computacionales, todo ese tipo de cosas van configurando la situación que hacen vulnerable la sustentabilidad del proyecto.

Nosotros no estamos diciendo que una tal universidad está en riesgo de caer en falencia, como lo que le paso a la Universidad Del Mar. Lo que estamos diciendo es que,  dado el alto porcentaje de gastos comprometidos en ese tipo de servicios con terceros, el proyecto es vulnerable. Es como si tu vivieras en una casa arrendada, y llega un día el dueño y te dice “te tienes que ir en 30 días”.

Lucro en la educación: “Una discusión medieval”

– Se ha planteado en el país una discusión sobre el futuro del sistema educativo. Se ha dicho que está en crisis y la presidenta electa, Michelle Bachelet ha prometido gratuidad y fin al lucro. ¿Qué le parecen esas propuestas?

Le deseo el mejor de los éxitos. Lo que Chile necesita es más y mejor educación. Hay distintos caminos de como lograrlo. Yo, personalmente, pienso en una alternativa distinta. Pero si el país votó dramáticamente y eligió un camino, le deseo el mejor de los éxitos.

– ¿Cuál sería su alternativa?

Ya no vale la pena, te la cuento en cuatro años.

– Ud participó en la Comisión Asesora de Bachelet, durante su primer gobierno. Junto a otros miembros propusieron legalizar el lucro en la educación superior y regularlo. ¿Sigue siendo esa su postura?

En todos los mercados se requiere regulación. Uno de los grandes problemas que había en la educación chilena, era la falta de regulación, eso era  un acuerdo nacional y las acreditaciones surgen como una forma de darle más seriedad a todo lo que se hace en educación en Chile. La votación del lucro en esa comisión es muy interesante, porque hay gente que votó de una manera el 2008 y que hoy día aparecen cantando una música distinta. Pero bueno, la gente va cambiando de opiniones, no creo que sea una cosa oportunista, es gente seria.

– ¿Sigue pensando como el 2008 o también cambió de opinión?

Yo sigo pensando que lo que Chile necesita es más inversión en educación y que la inversión se pueda hacer tanto por parte de instituciones sin fines de lucro, como por quienes buscan un retorno razonable sobre la inversión. Y tienes estupendos colegios y estupendos centros de formación técnica, no sé si institutos profesionales, que son inversiones de gente que lo hacen pensando en proveer buena educación y ganar un poco de plata, si no tiene nada de malo.

Todo esto es una discusión absolutamente medieval. En la práctica las cosas son como son. Hay instituciones que efectivamente son con fines de lucro, que son sociedades, y que funcionan bien. La experiencia internacional te dice lo mismo, en Estados Unidos, en Japón, en Corea. Lo que pasa es que el modelo europeo, en general, es estatal. Es una discusión muy esotérica, media rara, que alguien puso en la agenda. Se ha convertido en un eslogan.

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