Jorge Arrate: "El PS es un partido muy distinto al que fue en la época del Allendismo"
El ex presidente del Partido Socialista, al cual renunció luego de 46 años de militancia, analizó la incorporación del PC al pacto de la Nueva Mayoría y su participación en el próximo Gobierno de Michelle Bachelet.
El ex presidente del Partido Socialista, al cual renunció luego de 46 años de militancia, y ex integrante del Partido Comunista por 6 meses en el 2009, en una entrevista realizada por La Tercera, analizó la incorporación del PC al pacto de la Nueva Mayoría y su participación en el próximo Gobierno de Michelle Bachelet.
Según Jorge Arrate, el PC busca “una reivindicación histórica: ser un partido como los demás, con los mismos derechos, respetado del mismo modo”, y además espera rescatar “la vieja unidad socialista comunista”.
Sin embargo, explica que “las circunstancias históricas, los momentos, la naturaleza de los partidos es totalmente distinta a lo que fue la época del Allendismo, y creo que el PS es un partido muy distinto al que fue entonces. También juega una cierta desconfianza en un proyecto que pretenda aglomerar a la izquierda, porque la izquierda es muy variada y compleja”.
“Yo deseo que al PC le vaya bien, porque si le va bien, quiere decir que el PC ha contribuido a impulsar al gobierno a asumir los cambios que la ciudadanía quiere. Es una coyuntura compleja, pero admito que aquí hay una oportunidad. Y el rol del PC en esa oportunidad es importante. Ahora, para serle sincero, considero que es una oportunidad mínima”, afirma Arrate.
Con respecto a lo anterior, continuó asegurando que “las fuerzas que operan al interior de la Concertación van a tratar de limar las uñas y desgastar el programa que ha planteado la candidatura de Bachelet. Inmediatamente después de la segunda vuelta salieron algunos importantes representantes democratacristianos diciendo que no había ninguna posibilidad de asamblea constituyente, ¿por qué no lo dijeron antes de la votación?”.
El ex ministro cree que el Partido Comunista “aspira a participar en el gobierno en igualdad de condiciones que los otros partidos”, aunque corre ciertos riesgos como la sospecha por parte del resto de la izquierda acerca de esta decisión y que esto afecte en cuanto a su presencia en los movimientos sociales.