Definitivo: Diputados Pedro Browne, Karla Rubilar y Joaquín Godoy renuncian a RN
"Hoy es el momento de formar un nuevo partido político que proyecte nuestras ideas y contribuya a la amplitud de la Alianza por Chile... Nuestro tiempo en Renovación Nacional se ha agotado y el espacio para nuestras ideas ya no es viable dentro del partido que nos acogió", señalaron en un comunicado.
Tal como se anunció durante el día de hoy, esta noche de martes, mediante un comunicado público, renunciaron a Renovación Nacional los diputados Pedro Browne, Karla Rubilar y Joaquín Godoy.
Revisa la declaración completa de los parlamentarios.
“Hoy es el momento de formar un nuevo partido político que proyecte nuestras ideas y contribuya a la amplitud de la Alianza por Chile y al futuro del país. Nuestro tiempo en Renovación Nacional se ha agotado y el espacio para nuestras ideas ya no es viable dentro del partido que nos acogió. Agradecemos a RN y a sus militantes y les aseguramos que este paso lo damos porque no es honesto postergar nuestras convicciones sólo para asegurar la paz interna del partido. Para nosotros, Renovación Nacional es hoy un partido conservador donde las diferencias no son respetadas.
Hoy partimos un nuevo movimiento político que tiene por fin inmediato lograr la unidad de todos los independientes de centro y de derecha que no se sienten representados por los partidos actuales. También hacemos un llamado a Evópoli y a todas las organizaciones sociales que concuerden con nuestros planteamientos, a que juntos formemos un nuevo partido dentro de la Alianza por Chile. Este esfuerzo requiere dejar atrás los caudillismos y también los discursos oportunistas. Aspiramos a participar con un candidato de nuestro partido en las primarias presidenciales de la Alianza por Chile el año 2017 y de esta forma llevar por primera vez a alguien de nuestra generación política a la Presidencia de la República.
Somos una opción de centroderecha liberal con raíces en la historia de Chile que acepta y reconoce nuestro pasado y tradición sin que esto nos impida tener una visión crítica para proyectar un Chile moderno. El liberalismo es mucho más que un mecanismo económico con fines desarrollistas. El liberalismo es una opción política cuyo fin es defender las libertades individuales, cuestión que no es antagónica con creer en un Estado capaz y funcional. Estas ideas no son nuevas en Chile. Lo que hoy llamamos centro-derecha fue a lo largo del siglo XX una fiel defensora de la democracia representativa y de la progresiva liberalización de las costumbres. La dictadura militar interrumpió este proceso que hoy retomamos con fuerza.
Creemos en una sociedad democrática. Nos abrimos al debate de las reformas constitucionales dentro de la institucionalidad para lograr los cambios necesarios que profundicen nuestra democracia y acojan las transformaciones sociales que los chilenos necesitan, incluyendo la reforma al sistema binominal, el voto de los chilenos en el extranjero y un nuevo pacto social con los pueblos indígenas que les otorgue reconocimiento constitucional insertos en la nación chilena, única e indivisible.
Suscribimos la Declaración Universal de los Derechos Humanos y rechazamos el uso de la violencia como herramienta política. Nos negamos decididamente a justificar los atroces crímenes y atropellos que sufrieron miles de chilenos durante la dictadura de Augusto Pinochet. De igual forma, trazamos con mano firme la frontera entre nosotros y quienes toleran, amparan o justifican dictaduras donde quiera que se encuentren. Rechazamos, por ello, a todas las fuerzas de izquierda que se apresuran a ofrecer razones exculpatorias para dichas dictaduras.
Ante las consignas igualitarias y estatistas ofrecemos las ideas de justicia y fortalecimiento de la sociedad civil, sus organizaciones y sindicatos de trabajadores. Creemos que los vínculos humanos, las relaciones personales y la solidaridad son también esenciales en nuestra concepción de desarrollo. Consideramos que la igualdad de trato para todos los hombres y mujeres chilenas es básica en una sociedad democrática.
Creemos en la juventud. Queremos que los jóvenes tomen un rol protagónico en las decisiones de la vida nacional. No estamos para cuidar el negocio de la educación, sino que para buscar formas de que la calidad y el acceso, sean los mejores posibles. No es justo que la libertad de elegir donde educar a los hijos sea, en la práctica, un derecho consagrado sólo para algunos y no para todos.
Soñamos con un partido preocupado de lo público que ofrezca respuestas de centroderecha, no sólo basadas en la defensa del mercado, a los temas de dimensión pública tales como el desarrollo de las ciudades, la educación, la previsión, la salud, la discapacidad, la protección del medioambiente, la investigación científica y la descentralización.
El Estado debe garantizar que los ciudadanos tengan la oportunidad de desarrollar sus proyectos personales en la medida de sus capacidades y esfuerzos. Queremos construir una sociedad que valore el respeto, la privacidad, el derecho a un trabajo digno y bien remunerado, el resguardo de la infancia, la propiedad privada, la solidaridad, el respeto a las minorías y a los adultos mayores y el derecho a opinar libremente sin temor a represalias.
Será nuestro trabajo fomentar toda forma de expresión artística y promoveremos las manifestaciones culturales y deportivas como expresiones humanas que crean comunidades y derriban barreras sociales. Nuestros negocios son conocidos en muchas partes del mundo, no así nuestra cultura. Debemos terminar con esta brecha.
Creemos en una sociedad en donde las personas sean dueñas de sus vidas y en que nadie esté obligado a sacrificar sus valores por imposición del Estado o de cualquier otro grupo de poder. El Estado debe dar reconocimiento a los diferentes tipos de familias.
Queremos formar un partido que rechace el clasismo y los privilegios obtenidos injustamente, que se la jugará decididamente por el emprendimiento personal y porque los chilenos menos privilegiados puedan surgir, tener vidas más dignas y mejores sin la tutela y asistencialismo permanente del Estado. A la confianza ciega en el Estado invocada por nuestros adversarios políticos, nosotros ofrecemos confianza en las personas, la ética de la responsabilidad y la valoración del trabajo.
Los firmantes somos un grupo de diputados que queremos lo mejor para nuestro país. Hoy empezamos de cero sólo con el apoyo de nuestras ideas y la certeza que este paso está basado en convicciones profundas. Nuestro presente es cómodo y con pocos riesgos pero alertados por la derrota electoral de la que somos responsables, es nuestro deber alzar la voz y dar este paso.
Invitamos a todos los chilenos a reivindicar la importancia de la política y de los partidos. Convocamos a ser parte de nuestro proyecto a todos aquellos que creen que nadie debe negar o limitar los derechos de cualquier persona por razones de posición económica, sexo, raza, color, credo, edad, origen nacional, preferencias políticas u orientación sexual e identidad de género. Invitamos a participar a todos los que crean en la democracia, la libertad y la defensa de la dignidad humana”.