Japón apuesta por energía nuclear en su primer plan energético tras desastre de Fukushima
El nuevo plan, que debe ser aprobado por el gabinete en marzo, pone también énfasis en las energías renovables y apunta que los esfuerzos para acelerar su introducción seguirán en los próximos años.
El Gobierno japonés publicó este martes el borrador de su primer plan energético desde la crisis de Fukushima, que califica a la energía nuclear como “una fuente eléctrica importante” para el país y asegura que el Gobierno la promoverá.
El texto presentado hoy, que está previsto que sea aprobado por el Gabinete en marzo, señala que la energía nuclear es “una importante base energética” y defiende la reactivación de los reactores una vez que hayan superado los nuevos requisitos de seguridad impuestos tras el accidente de Fukushima.
El nuevo plan pone también énfasis en las energías renovables y apunta que los esfuerzos para acelerar su introducción seguirán en los próximos años.
El Gobierno japonés tenía previsto aprobar su plan energético el pasado enero pero se retrasó y el borrador ha sido revisado ya que fue muy criticado por considerarse demasiado pro nuclear, según informó hoy la agencia Kyodo.
En un principio, el texto aseguraba que la energía nuclear era importante y “parte fundamental” para la estabilidad del abastecimiento de Japón, pero en el nuevo borrador se eliminó esta última valoración.
El Gobierno nipón está obligado legalmente a revisar su plan energético básico al menos cada tres años con el fin de tener en consideración los cambios producidos en este terreno.
En el último plan energético de 2010, el Ejecutivo apostaba por impulsar la energía nuclear con el objetivo de alcanzar el 50 por ciento del suministro para 2030, desde el 30 por ciento antes del desastre de Fukushima en 2011.
En estos momentos Japón vive un apagón nuclear desde que el pasado septiembre se desactivaran para una revisión rutinaria los dos únicos reactores que se encontraban en funcionamiento en el país.
Después de que la planta de Fukushima fuera golpeada por un tsunami y un terremoto y a raíz de los temores sobre la seguridad de las centrales nucleares, el Ejecutivo nipón decidió en mayo de 2012 dejar el suministro de este tipo de energía a cero por primera vez en cuatro décadas.
Dos meses después, autorizó sin embargo que la planta de Oi retomara sus operaciones para garantizar el abastecimiento en la región de Kansai, la segunda más poblada del país.
Desde entonces, no se ha puesto ningún otro reactor en marcha pero el actual Gobierno conservador, defensor de la energía nuclear, ha aprobado nuevas y más estrictas pruebas de seguridad para que las centrales puedan reactivarse