Chile sin transgénicos celebra caída de la Ley Monsanto y exigen inclusión nuevos análisis del tema

El biólogo, cofundador y vocero de Chile Sin Transgénicos, Iván Santadreu, no oculta su alegría tras la decisión del Gobierno de retirar de tramitación el polémico proyecto de Ley que busca regular los derechos sobre obtentores vegetales y que deroga la ley N° 19.342, más conocido como Ley Monsanto.

“Nos pilla de sorpresa porque la iniciativa estaba en tabla para verse mañana martes en Sala. Esto confirma el compromiso que tenía la actual ministra como senadora con el tema y su oposición permanente a la iniciativa. Es claramente una muy buena señal de que por fin hay alguien leyendo lo que llega al Congreso”, dijo a El Dínamo.

Sin embargo, Santandreu es claro al recordar que “este proyecto fue enviado por la señora Bachelet y aparentemente no lo leyó porque cuando le preguntaron sólo se acordaba del encabezado que indicaba que era para fortalecer la innovación tecnológica y la productividad del campo, y entonces dijo lo que revisaría”. Luego agrega -como contrapartida- que “la senadora Rincón si tenía muy clara la realidad de proyecto y siempre tuvo una posición muy critica porque el proyecto claramente iba en desmedro del país, la soberanía alimentaria, el pequeño agricultor, las comunidades campesinas, los indígenas y en general todos los chilenos porque se perdía el patrimonio”.

El líder de una de las organizaciones que ha encabezado la oposición a la iniciativa con protestas e incluso varias marchas que se realizaron en la principales ciudades del país, subraya de cara a la nueva ministra Secretaria General de la Presidencia que “creo que ha hecho una gestión que da cuenta de una muy buena señal, que cumple con el programa de Gobierno. De alguna forma la señora Bachelet cumple con su palabra”.

La necesidad de inclusión y el lobby

Con todo, Santandreu se apura a enfatizar la importancia de que las comunidades y ciudadanos sean incluidos en la anunciada nueva revisión de este complejo tema. “Ahora esperamos que aquellos que hemos sido actores de esta férrea oposición seamos incluimos en futuros análisis, que nos inviten y nos tomen en cuenta para que no haya sólo paneles de expertos y para evitar que salga quizás qué cosa”, señaló.

En este sentido apuntó una doble preocupación: De un lado que “se junten estos denominados expertos de la academia y la industria que suelen ser muy peligros y que tienen una mirada muy negativa tal como demostraba este proyecto de Ley.  Esperamos que no se cite a la misma gente que siempre dice lo mismo”.

Por otro lado, destacó que “la ciudadanía, las personas que nos hemos informado y conocemos el tema de cerca tenemos que ser invitados a participar y entregar la información de la que disponemos porque tenemos más de expertos que muchos de ellos. Es necesario tener una mirada realmente nueva, argumentos sólidos, información científica y experiencia internacional sobre el tema para que ya no sigamos predicando en el desierto, porque nos invitan a comisiones como la de Agricultura o a seminarios pero finalmente, cuando se va a legislar, estamos ausentes”.

A juicio de este biólogo la discusión de la llamada Ley Monsanto estuvo signada por el Lobby. “Aquí claramente estuvo la mano del Lobby; hay partes del proyecto que uno no se explica cómo están ahí”.

Y apunta como ejemplo “el hecho de que las empresas transnacionales puedan registrar como nuevas variedades que ya existen y que no se hayan comercializado, es una frescura, no se puede calificar de otra manera. Va en contra de las comunidades campesinas que nunca se han preocupado de estar registrando ni vendiendo nada porque ellos intercambian sus semillas. Que vengan los agrónomos contratados por estas grandes compañías a descubrir -entre comillas- variedades locales que no se han comercializado, es simplemente un robo y que eso estuviera en el proyecto de Ley de manera explicita para nosotros no es más que la mano del lobby  de la industria”. 

“Nosotros abogamos por que haya una mirada desinteresada, con altura de miras por el bien del país y que la gente y los movimientos sociales y otros profesionales puedan aportar con una postura en pos del bien de Chile y no solo que la industria esté presente en esta discusión para que tengamos que reaccionar frente a hechos consumados”, remató.