Detienen a dos personas y decomisan plantas de marihuana y armas en Uruguay
La operación, que se efectuó el martes y es el resultado de una investigación que duró varias semanas, consistió en el allanamiento de dos domicilios situados cerca del Estadio Luis Trócolli, donde juega el Club Atlético Cerro de la primera división uruguaya.
Dos personas detenidas y varias plantas de marihuana y armas decomisadas es el balance de un operativo antidroga realizado en Uruguay, país que acaba de reglamentar una ley que otorga al Estado el control de la producción y venta de esa droga, informó hoy una fuente policial.
La operación, que se efectuó el martes y es el resultado de una investigación que duró varias semanas, consistió en el allanamiento de dos domicilios situados cerca del Estadio Luis Trócolli, donde juega el Club Atlético Cerro de la primera división uruguaya.
En uno de los inmuebles los agentes antidrogas encontraron doce plantas y noventa ramas con sus cogollos, así como material para procesar la droga, además de capturar a uno de los dos narcotraficantes.
Según el diario La República, que difundió primero la información en su edición de este miércoles,”en la otra finca fue incautado más de medio kilo de cocaína y un poderoso arsenal, conformado por rifles, escopetas, revólveres y pistolas calibres 9 milímetros”, al margen de ser detenido “el morador de la casa”.
El rotativo añade que una de las armas “fue robada hace algún tiempo de un Juzgado de Maldonado”, ciudad situada a unos 120 kilómetros al este de Montevideo.
El Parlamento uruguayo aprobó el 10 de diciembre pasado la legalización del negocio de la marihuana, con la que el presidente José Mujica pretende hacer frente a la creciente delincuencia juvenil en el país, atribuida por el Gobierno al tráfico ilegal y descontrolado de drogas.
Según la polémica ley uruguaya, reglamentada el pasado día 6, el país producirá hasta 22 toneladas al año de marihuana para su uso recreativo, que venderá en farmacias a no más de un dólar el gramo y que tendrá limitaciones de uso en la vida pública similares al alcohol y al tabaco.
El cannabis de venta en esos comercios será producido por un máximo de seis empresas, previa licitación, en unos terrenos que deberán tener una superficie máxima total de 10 hectáreas, ser de titularidad estatal y contar con vigilancia de las fuerzas de seguridad del país.
Al margen de la adquisición en farmacias, habrá otras dos opciones de obtener la droga: en cultivos personales en casa, con un tope máximo de seis plantas, o en clubes de cannabis de entre 15 y 45 miembros, con hasta 99 plantas.
Para producirla y consumirla, los ciudadanos, empresas o instituciones deberán estar registrados en el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca).
Si no lo hacen podrán ser detenidos y procesados por narcotráfico.