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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Aprendiendo del Fútbol: Oportunidades para Aportar al Clima Laboral

Si usted se pregunta: ¿qué puede aprender mi empresa del fútbol?, la respuesta está en que junto con compartir un cafecito con los compañeros, preparar unos ricos sándwich o incluso algún anticucho, observen con atención la dinámica del juego y descubran cómo se desarrollan algunos de sus principios clave, los cuales pueden aplicar en su empresa.

Por Carlos Lange Valdés
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“Todo lo que sé de moral y de los hombres lo aprendí en el Fútbol”. Las palabras del filósofo y premio Nobel Albert Camus, en sus tiempos de arquero del Racing Universitario de Argel, pueden parecernos distantes y lejanas, cuando la fiebre mundialera está desatada y parece imposible disociarse del clima de jolgorio y expectación que genera la máxima fiesta del fútbol.

Asumiendo que la mayoría de los partidos, al menos los tres de Chile en primera ronda, se jugarán en horario laboral y que serán muy pocas las personas que querrán perdérselos, muchas empresas se preparan concienzudamente para la ocasión.

Sin embargo, más allá del entusiasmo y la algarabía, el fútbol nos ofrece buenas oportunidades para mejorar el clima laboral de nuestra empresa, a través del aprendizaje de algunos principios fundamentales del juego.

Si usted se pregunta: ¿qué puede aprender mi empresa del fútbol?, la respuesta está en que junto con compartir un cafecito con los compañeros, preparar unos ricos sándwich o incluso algún anticucho, observen con atención la dinámica del juego y descubran cómo se desarrollan algunos de sus principios clave, los cuales pueden aplicar en su empresa.

1. Más que 22 individuos corriendo tras una pelota, como opinan los más incautos, el fútbol constituye un juego de equipo donde cada jugador debe poner sus capacidades al servicio del grupo, asumiendo roles, responsabilidades y liderazgos. El juego de equipo no funciona si cada uno de sus integrantes intenta resolver un partido individualmente y sin considerar al resto de los integrantes, por lo que los regates, el dribling y la velocidad de Alexis no generarían resultados sin la solidez y tranquilidad que Bravo brinda en el arco, sin la concentración y el esfuerzo físico de Medel en la zaga, y sin la velocidad y sobriedad de Carmona para las coberturas del mediocampo. En síntesis, sin la complementariedad y solidaridad de cada uno en sus funciones, es imposible alcanzar un buen resultado, por lo que pregúntese mientras comparte con sus compañeros: ¿cómo podemos complementar  mejor nuestras capacidades para fortalecer roles, responsabilidades y liderazgos?

2. Los roles, responsabilidades y liderazgos de un equipo no se producen espontáneamente, sino que son el resultado de un constante entrenamiento que requiere aprender y asumir principios estratégicos y tácticos. Al igual que cualquier empresa, estos principios estratégicos definen objetivos a futuro y medios para alcanzarlos. Cuando Ud. escuche hablar del “fútbol total” de la Naranja Mecánica holandesa, o el “catenaccio” tradicional italiano, se está haciendo referencia a estrategias para alcanzar un objetivo de futuro, las cuales marcan el sello de un equipo. Cuando en Chile hablamos de los estilos de Acosta, Bielsa o Sampaoli, estamos hablando de principios estratégicos para organizar el juego y no de simples derroches de personalidad, por lo que mientras disfrutan viendo a nuestra selección no estaría de más preguntarse: ¿cuál es el sello estratégico que le imprimimos a nuestra empresa?

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