Felipe Berríos al regresar a Chile: "Todas las reformas son muy necesarias para proyectarnos 20 o 30 años"
El sacerdote jesuita, que hace un tiempo criticó la educación de "cota mil", dijo que Chile ha crecido y que es necesario "ajustar el traje".
Ayer regresó a Chile el sacerdote jesuita Felipe Berríos (57) después de cuatro años como misionero en Burundi, desde donde incomodó a varios al criticar hace un tiempo lo elitista de la educación chilena apuntando a las universidades de “cota mil”, que se me emplazan en la precordillera de la capital como la Universidad del Desarrollo, la Universidad de los Andes y la Universidad Adolfo Ibáñez y que ha dicho que “la iglesia también discrimina”.
Al pisar tierra chilena, según consigna La Tercera, lo esperaba su amigo y ex compañero de colegio, el ministro de Defensa, Jorge Burgos, además del rector de la Universidad Alberto Hurtado, el padre Fernando Montes y otras 13 personas.
DE inmediato fue consultado sobre contingencia y puso en el tapete su parecer sobre temas de amplio debate como la reforma educacional y tributaria. Acá algunos de sus dichos:
“Estoy muy contento, creo que en Chile tenemos grandes desafíos y problemas, pero vivimos en un país privilegiado, construido entre todos, y estoy feliz de regresar. Vengo de una pobreza tan grande que es un lujo estar aquí”.
“(Las reformas tributaria y de educación) son muy necesarias para proyectarnos 20 o 30 años más… Chile ha crecido montones y el traje nos queda chico, en algunos sectores aprieta mucho; hay que hacer uno nuevo. Y en eso tenemos que ayudar todos”.
“(Sobre su relación con la jerarquía de la Iglesia) siempre ha sido buena, por lo menos desde mi punto de vista. Vengo de Roma. Y creo que la Iglesia está tirando hacia vivir más el evangelio, no tengo por qué tener problemas con la jerarquía”.
“(Sobre aborto) Como ha dicho la Presidenta estamos en una sociedad madura para que se discutan todos los temas sobre la mesa y todos puedan opinar”
“(El papa Francisco) ha mostrado en su sencillez una mirada renovadora que entusiasma (…) espero, si, que no sea solo el papa lo que motiva a la jerarquía de la Iglesia, sino el evangelio mismo y las necesidades de la gente”.