Amnistía Internacional pide a países cercanos a Chile seguir su plan sobre aborto
En un comunicado difundido hoy, la directora de AI para América, Erika Guevara, ha felicitado a Chile "por estar dispuesto a respetar y proteger el derecho de las mujeres y las niñas a la vida y a no sufrir discriminación".
Tras el compromiso de Chile de despenalizar el aborto cuando el embarazo sea resultado de una violación, la mujer corra peligro o el feto nos sea viable, Amnistía Internacional (AI) ha solicitado a El Salvador, Nicaragua, Honduras y República Dominicana que “sigan el ejemplo chileno”.
En un comunicado difundido hoy, la directora de AI para América, Erika Guevara, ha felicitado a Chile “por estar dispuesto a respetar y proteger el derecho de las mujeres y las niñas a la vida y a no sufrir discriminación”.
En mayo pasado, Michelle Bachelet anunció que el gobierno iba a reformar la ley del aborto, despenalizándolo en tres situaciones: inviabilidad del feto, peligro para la vida de la madre y en casos de violación.
Guevara señaló que espera que la decisión de Chile sirva “de llamada de atención” a El Salvador, Nicaragua, Honduras y República Dominicana para que “pongan en marcha planes para proteger los derechos de la mujer”.
Chile formaba parte de los cinco países donde la prohibición del aborto es absoluta hasta que decidió seguir las recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en el proceso de examen periódico universal (EPU).
“Aunque las reformas propuestas en la actualidad se refieren sólo a la despenalización del aborto en tres casos, Chile está reconociendo por fin la necesidad de ajustar su legislación a las normas internacionales de derechos humanos, lo que constituye un positivo primer paso en la buena dirección”, señaló la representante de AI en América.
El aborto se prohibió en 1989, durante la dictadura de Augusto Pinochet.
El pasado marzo, Amnistía Internacional lanzó la campaña global “Mi cuerpo, mis derechos” para proteger el derecho de las personas a tomar decisiones sobre su salud, su cuerpo, su sexualidad y su reproducción sin el control del Estado y sin temor, coacción ni discriminación.