Convicción y liderazgo
Votaremos en contra de la reforma tributaria, porque seguimos pensando que afectará negativamente a la clase media y a los chilenos más esforzados. Si bien valoramos el acuerdo, no podemos estar a favor de un documento que, a nuestro juicio, no cumple con la promesa de equilibrar la cancha.
La convicción y la seguridad al momento de tomar decisiones, es parte fundamental del liderazgo. Y ese liderazgo, al menos en política, debe ser utilizado en beneficio directo de la gente a la cual nosotros, los parlamentarios, representamos.
Creo firmemente que mantener una posición y no sumarse a la mayoría política que aplaude y se abraza, es parte de esta verdadera renovación que buscamos generar desde Amplitud.
No queremos el consenso por el consenso, porque creemos que nuestra democracia está en perfectas condiciones de debatir de cara a la gente. Y hoy, tenemos el deber de hacer sentir a la opinión pública que las cosas no se arreglan a puertas cerradas y beneficiando solo a una parte del desarrollo económico del país.
Es un dato de la causa que desde que se inició la tramitación legislativa de esta reforma, ya hay 60 mil puestos de trabajo menos, situación que evidentemente se verá incrementada tras su aprobación y despacho desde el Congreso.
No nos asustan los cambios. Es más, los impulsamos, y por lo mismo llegamos a un acuerdo con el Gobierno para cambiar el sistema binominal. Queremos que las cosas se muevan, después de tantos años estáticas.
Pero con la misma convicción, trabajamos porque esos cambios se hagan bien, pensando en el bien de todos, y no de un solo sector.
Nuestra posición en Amplitud es clara: Votaremos en contra de la reforma tributaria, porque seguimos pensando que afectará negativamente a la clase media y a los chilenos más esforzados. Si bien valoramos el acuerdo, no podemos estar a favor de un documento que, a nuestro juicio, no cumple con la promesa de equilibrar la cancha.
Con ese objetivo en mente, la propuesta de Amplitud es mucho más sencilla: fijar una tasa de 1era categoría de 30%, dejando exentas de impuesto las primeras 10.000 UF reinvertidas por todas las empresas.
Segundo, bajar la tasa máxima a las personas a este mismo 30%, lo que bajaría la elusión, la evasión y el Estado recaudaría mucho más.
Tercero, aprovechar esta oportunidad para realmente descentralizar nuestro país, estableciendo que los impuestos queden en las regiones en las que producen.
Reconocemos, eso sí, que las modificaciones en el sector vivienda son positivas. Sin embargo, creemos que perjudica innecesariamente a las personas de clase media, que verán incrementados en al menos un 10% el valor de sus casas.
Nuestro movimiento político vela por la libertad, lo que incluye la libertad de cada persona a emprender. Para nosotros esto es intransable, forma parte de nuestras convicciones y principios.
Por lo mismo decimos con claridad que nuestro voto en contra no es un capricho. Es defender contra viento y marea la un país que se levanta temprano a diario, con el sueño de surgir y ser feliz.