Querellantes en caso Karadima suspenden conciliación con la Iglesia Católica
Finalmente, Cruz, Hamilton y Murillo se declaran "abiertos a un diálogo respetuoso de la verdad, pero no a uno mezquino que, en beneficio de la imagen propia, es capaz de tergiversar la historia y manipular a las personas".
Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, querellantes en el caso Karadima, dieron a conocer un comunicado en el cual dan a conocer que han “cesado la etapa de conciliación” que se inició en marzo pasado con el Arzobispo de Santiago tras la demanda civil que presentaron el año pasado acusando “complicidad, negligencia y desconocimiento deliberado” de los abusos del ex párroco de El Bosque.
“Reconocemos y agradecemos el esfuerzo y la disposición de los abogados contratados por el Arzobispado, así como del sacerdote elegido por ambas partes como mediador, para buscar puntos de encuentro, suavizar asperezas y llegar a relato común basado en los hechos demostrados por la justicia penal chilena y el propio Vaticano. Sin embargo, no se pudo llegar a establecer junto a ellos, los tres hitos fundamentales de nuestra demanda”, señala el documento.
Estos hitos son que “el Arzobispo (Ricardo Ezzati), como responsable actual de la arquidiócesis de Santiago, reconozca la responsabilidad negligente en los abusos que se causaron durante más de 30 años, daños en nosotros y otras personas”.
Junto con ello, que “el Arzobispado pida explícitamente perdón y que este daño sea indemnizado materialmente según la gravedad del mismo”.
“Creemos, además, que la Iglesia, como institución universal, ha dado un significativo giro cuando el Papa Francisco pidió perdón por la complicidad, encubrimiento y omisiones de la Iglesia, encarnada en Obispos y Cardenales, en casos de abuso sexual”, consignan.
Pero para los querellantes, “en nuestro país estas palabras no encontraron el eco esperado. Aparentemente el Cardenal Ezzati, junto con su antecesor, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, y otros colaboradores eclesiásticos, interpretaron esta etapa de posible acuerdo como una oportunidad para reescribir la historia y limpiar, en lugar de su conciencia, su imagen”, acusan.
“No estamos disponibles para ello. Creemos que las víctimas de abuso sexual, de abuso de conciencia y de poder merecen que la justicia se materialice. También creemos que muchos miembros de la Iglesia, en todos sus niveles, honestos y comprometidos, se merecen representantes que crean y ejerzan la verdad y la justicia”, indican.
Finalmente, Cruz, Hamilton y Murillo se declaran “abiertos a un diálogo respetuoso de la verdad, pero no a uno mezquino que, en beneficio de la imagen propia, es capaz de tergiversar la historia y manipular a las personas”.