Lo que nunca vi ni esperaba ver: Carrera docente, diálogo y El Plan Maestro
¿Me creerían si les comento que profesores y sostenedores, estudiantes y apoderados, académicos y asistentes de la educación, discuten de igual a igual sobre cómo mejorar las condiciones laborales de los profesores?
Jorge Schiappacasse es Cientista político UC y magíster en Ciencia Política de la Universidad Católica. Diplomado en Gestión Local en USACH. Fundador de revista digital Ciudad Liberal. cl
En momentos en que la discusión pública en el área de educación está tomando tintes de guerra mediática y sicológica, donde diferentes bandos se acusan mutuamente de querer destruir un sistema o de mantener uno solo para los poderosos, se extrañan los espacios de diálogos cívicos, donde el respeto, la participación y la tolerancia son los pilares.
No me entiendan mal, no es que extrañe la políticas de consensos forzados que rigió durante la década de los 90´, sino que extraño que las personas con diversas opiniones dejen de verses como enemigos o adversarios, peleando por sobre quién tiene la verdadera respuesta o la única solución a los problemas.
Es bajo esa tónica que no deja de ser impresionante lo que ocurre cada dos semanas en la Biblioteca Nacional.
¿Me creerían si les comento que profesores y sostenedores, estudiantes y apoderados, académicos y asistentes de la educación, discuten de igual a igual sobre cómo mejorar las condiciones laborales de los profesores? ¿No se asombraría como yo, al saber que el Colegio de profesores y el Centro de Estudios Públicos, CONFECH y CONACEP, el Arzobispado de Santiago y la CONES, están participando de un proceso que busca mejorar los sueldos y la formación de los educadores y educadoras?
Estos diálogos por la profesión docente han demostrado que cuando olvidamos las negociaciones y los feudos propios, y cuando partimos desde la tolerancia y la confianza, es posible que actores que están distanciados ideológicamente puedan sentarse a conversar y llegar a acuerdos, y todo esto sin tratarse de traidores a la patria.
Es por todo esto que estos diálogos tiene bien puesto su nombre: El Plan Maestro; porque efectivamente esta inciativa apuesta a que todos y todas nos reconozcamos como iguales y personas dignas de confianza.
El Plan Maestro es un espacio que busca sentar las bases para una futuro plan nacional docente. Se trata de un espacio en el que se están renovando los votos por la respública, una renovación de votos en la creencia en que todos somos ciudadanos, creados libres e iguales en deberes y derechos. Creados iguales en conocimientos y en la capacidad de aportar en las políticas públicas. Una verdadera Revolución Silenciosa.
Por eso El Plan Maestro es, lo que en estos años de democracia, lo que nunca vi ni esperaba ver: un símbolo de que las desconfianzas entre nosotros están cediendo frente a la necesidad de avanzar como país. Un símbolo y una realidad de que podemos enfocarnos en aquella profesión que ayuda a los niños y a los jóvenes a poder cumplir sus sueños. Una realidad de que lo mejor en esta reforma educacional está por venir.