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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Institucionalidad de la educación parvularia: La gran ausente en el debate por la reforma educacional

Se debe considerar y resolver la problemática que ha existido durante años entre la JUNJI e Integra, en donde ambas instituciones tienen funciones paralelas, pero no un trabajo mancomunado.

Por Francisca Correa
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Junto al proyecto de ley que busca poner fin al lucro, al copago y a la selección, en el marco de la reforma educacional, ingresó otro proyecto que pretende modernizar la institucionalidad de la educación parvularia.

Este proyecto crea la subsecretaría y la intendencia de educación parvularia lo que representa un gran avance en materia de primera infancia para nuestro país, ya que es necesario que exista una estructura que coordine toda la educación inicial que se imparte en Chile.

Actualmente, la educación parvularia (que comprende entre los 0-6 años) la imparten diferentes prestadores. Para entender bien el sistema conviene separarlos en dos grupos: los públicos y privados.

Dentro del primer grupo está en primer lugar la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) que cuenta con jardines propios y aquellos administrados por terceros, principalmente municipalidades y corporaciones municipales y algunas entidades privadas sin fines de lucro, como el Hogar de Cristo. Y en segundo lugar, está la Fundación Integra que es una corporación privada que contempla un consejo ad honorem presidido por la Primera Dama de la Nación. Entre estas dos instituciones existen cerca de 4.000 jardines que reciben alrededor de 300.000 niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad social preferentemente menores de 4 años, provenientes de los quintiles I, II y III. Además existen los colegios municipales que imparten educación preescolar.

Ahora bien, entre los prestadores particulares encontramos los jardines particulares, ya sean empadronados y no empadronados por la JUNJI, y los colegios que tienen los niveles de Transición I y II (Equivalente a Pre Kinder y Kinder) de colegios, particulares subvencionados y particulares.

Esta diversificación de los principales actores que imparten educación inicial hace imperante que haya una estructura articuladora desde el ministerio de Educación, y me parece excelente que se piense en una subsecretaría para cumplir con esta función. No obstante, el proyecto no hace referencia alguna a la Fundación Integra y a la coordinación que ésta tendría con la nueva orgánica, lo que me parece preocupante. Con esta nueva institucionalidad se debe considerar y resolver la problemática que ha existido durante años entre la JUNJI e Integra, en donde ambas instituciones tienen funciones paralelas, pero no un trabajo mancomunado.

Otra tarea que queda pendiente es resolver el financiamiento por niño, ya que hoy en día depende del proveedor público que entregue la educación parvularia (JUNJI, VTF o Integra).En estas tres instituciones el presupuesto por niño es diferente lo que establece inequidades entre una institución y otra, siendo que atienden exactamente al mismo grupo etáreo de niños que se encuentran en la misma situación de vulnerabilidad social. Lo que lógicamente crea diferencias y en consecuencia niños de primera y segunda categoría.

La educación parvularia se encuentra ausente en el debate educacional siendo que es ella el primer paso, y el más importante, en la educación de nuestros niños. Es esta lógica la que hay que cambiar.

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