¿Está bien "googlear" a tu pareja?

¿Conociste a alguien por medio de amigos y sólo conoces su nombre?, ¿Y si lo buscás en Google a ver qué sale? Suena inofenaivo pero puede resultar todo un fracaso. Jugar a ser un detective privado puede darte la impresión de que conoces a la persona más de lo real, y esto podría ser peligroso.

La principal razón por la cual no se debe profundizar demasiado en esta búsquedas cibernéticas es que podrías arruinar una relación antes de que comience. Es inevitable que busques su nombre, pero también hay que poner un límite: estar tres días mirando cada una de sus fotos en Facebook y descifrando quién es cada persona no es positivo. Se pierde uno de los mayores placeres de conocer a alguien que es descubrir algo nuevo en la vida. Esa es una de las buenas consecuencias de tener citas.

Además, el intercambio de información personal que se da cuando hablas con una persona nueva hace que nos relajemos y disfrutemos del momento. Hablar sobre uno mismo, y escuchar al otro también hacerlo, nos permite relacionarnos mejor y estar abiertos a nuevas oportunidades.

Un poco de Google está bien, pero demasiada investigación podría generar momentos incómodos y anular por completo el efecto sorpresa que te dan las salidas para encontrar pareja.