Antes de basurear, podrían sumar
Le duele a la derecha haber perdido la elección en Providencia; le duele al concejal de militancia suspendida que quien escribe estas líneas no haya mirado al costado ante actos al menos sospechosos, por los que fue formalizado por el Ministerio Público.
En los últimos días, medios de comunicación, incluyendo a El Dínamo, han hecho eco de un comunicado de concejales de oposición sobre supuestas pérdidas en la Municipalidad de Providencia. Dicho comunicado adolece de errores graves y evidencia mediocridad de quienes deciden hacer del descrédito de los demás una herramienta para su beneficio político.
Y al parecer es parte de una serie: hace algunas semanas los mismos concejales firmaron, aunque luego varios se desdijeron, una declaración sobre un supuesto “escándalo”, en que casualmente multiplicaban por 100 un número.
Pero bueno, yendo al detalle, la primera denuncia se refiere a un contrato temporal de recolección de basura, para un período de 7 meses, en cada uno de los cuales el costo fue superior en 30 millones al contrato anterior. Total: 210 millones.
Pero, ¿son 210 millones de pérdidas?
Convenientemente, los 4 concejales de derecha y uno oficialista, cuya suspendida militancia no mencionaré por respeto al partido al que pertenece; olvidan señalar que el contrato anterior tenía una fecha de término y que, por lo tanto, no se mantendría vigente durante los 7 meses en cuestión.
Para ese período, el promedio de las ofertas que se habían presentado en la licitación, y que fueron declaradas inadmisibles, superaba en 45 millones al precio que se pagó efectivamente en virtud del cuestionado contrato temporal.
Resultado: no sólo no se perdieron 210 millones, sino que en el período de 7 meses, la Municipalidad ahorró más de 300 millones de pesos, al asegurar un contrato por un precio menor al que ofrecían los participantes de la licitación.
Esto, que usted entiende por leerlo en pocas líneas, los concejales denunciantes no lo entienden. O más bien no lo quieren entender porque perderían la oportunidad de inventar un escándalo inexistente. Entre el número real y el denunciado, hay 500 millones de diferencia… flor de error.
La segunda denuncia es más difícil de responder, y tal vez tengan los denunciantes más razones de reclamo, ya que por hechos que fueron reconocidos por la propia alcaldesa Josefa Errázuriz en el Concejo Municipal, la provisión del servicio a las reparticiones municipales se vio desmejorada por un período acotado; y la adquisición del nuevo servicio, postergada porque la unidad a cargo había tomado como referencia bases de contratación aprobadas por Chilecompra, sin pasar por una revisión adicional interna de la Municipalidad.
Eso fue un error que, como dije, se reconoció en su oportunidad y que por cierto no debe repetirse. Pero ese error no tiene las consecuencias económicas directas que los denunciantes quieren hacer creer.
Nuevamente, mediante un mañoso juego de números buscan presentar como pérdida un gasto que, siendo mayor al que se derivaba del contrato anterior, se justifica por varias razones.
Los supuestos 160 millones los concluyen los denunciantes de la diferencia de un contrato cuya vigencia terminó en el mes de junio, y que de acuerdo a las bases que lo regían, habría sido ilegal renovarlo.
Nuevamente, entonces, se usa como base de comparación un monto imposible, extraído de un contrato que en ningún caso podría haber estado vigente durante el período en cuestión.
Es más, aún cuando se hubiera podido, la empresa prestadora había hecho ver a la Municipalidad que el precio pactado en 2008, se hacía en 2014 insuficiente para sustentar su operación, y que no le convenía prestar el servicio en esas condiciones.
No mencionan los denunciantes el dato que, solicitado a esa empresa continuar con el servicio por un período adicional, su cotización aumentaba el valor mensual de 18 a 65 millones de pesos.
En ese contexto, los aproximadamente 50 millones que cuesta el servicio actual, si bien representan un alto costo, corresponden a un valor de mercado, y significativamente menor al que ofrecía cobrar el proveedor anterior.
Le duele a la derecha haber perdido la elección en Providencia; le duele al concejal de militancia suspendida que quien escribe estas líneas no haya mirado al costado ante actos al menos sospechosos, por los que fue formalizado por el Ministerio Público.
Es entendible que quieran recuperar el gobierno comunal los primeros, y la manga ancha el segundo; pero ojalá no fuera basureando mañosamente.
Sería interesante verlos haciendo un esfuerzo real en beneficio de los vecinos, aportando algo para realmente ganarse el favor de la gente.
De una competencia de propuestas y acciones en favor de los vecinos pueden salir cosas buenas para Providencia; de andar desprestigiando a ver si los demás finalmente bajan al nivel de los denunciantes, difícil.
Ojalá pudieran sumar por el bien de la comuna, aunque con la técnica matemática antes descrita, parece que no es lo suyo.
Nicolás Muñoz Montes
Concejal por Providencia