La ONU condena agresión de gendarmes a presos en la cárcel de Rancagua
La golpiza ocurrió en agosto del año pasado pero adquirió notoriedad este miércoles con la divulgación de un vídeo de los hechos en un canal de televisión.
El representante regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Amerigo Incalcaterra, condenó hoy las agresiones de un grupo de guardias de prisiones contra los presos de la cárcel de Rancagua.
La golpiza ocurrió en agosto del año pasado pero adquirió notoriedad este miércoles con la divulgación de un vídeo de los hechos en un canal de televisión.
“Que una persona sea privada de su libertad por cometer un delito no es justificación para que sus derechos humanos sean violados”, dijo Incalcaterra en un comunicado difundido por la oficina regional del ACNUDH, con sede en Santiago.
El representante regional del organismo subrayó que el Estado debe hacerse cargo del bienestar e integridad de los reclusos y pidió una investigación imparcial y efectiva de lo sucedido para que los responsables sean llevados ante la justicia.
“Es preocupante que a un año de lo sucedido, las autoridades pertinentes no hayan avanzado en determinar las responsabilidades materiales e institucionales en estos hechos”, apuntó.
El Gobierno chileno solicitó ayer al director de Gendarmería (guardia de prisiones) la reapertura de un sumario interno que llevó a cabo la institución después de los hechos, y que concluyó con la absolución de los funcionarios que participaron en las agresiones a los presos.
Incalcaterra aplaudió esta decisión e instó al Ejecutivo a trabajar para “prevenir y erradicar la tortura de sus centros de detención”.
Para ello, precisó el funcionario de Naciones Unidas, deben elaborarse planes de formación para oficiales penitenciarios y establecer un mecanismo de prevención con visitas periódicas a los centros que permita erradicar la violencia contra los reclusos.
El representante del ACNUDH respaldó también la decisión del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile, que este jueves anunció que presentará una querella por los delitos de tortura y apremios ilegítimos por lo sucedido.
Los hechos ocurrieron el 3 de agosto de 2013 en la cárcel de Rancagua, a unos 90 kilómetros al sur de Santiago, cuando dos reos trataron de fugarse pero fueron atrapados por los guardias del recinto.
Las imágenes de las cámaras de la cárcel muestran como los gendarmes hacen salir a varias decenas de reclusos de sus celdas y los golpean con palos en los pasillos de la cárcel.
Después, según las imágenes, los presos son agrupados en el patio, donde los gendarmes los siguen golpeando violentamente con patadas y bastones.