Violencia en las cárceles: Justicia acogió 8 amparos por maltrato y tortura a reos
La estadística recoge los recursos interpuestos entre 2012 y 2014. El Centro Penitenciario de Concepción es el que concentra la mayor cantidad de este tipo de hechos. De los requerimientos anuales a la DPP, más de 240 son por otras vulneraciones a reos como trasladados injustificados y castigos desproporcionados.
Las cámaras de seguridad de la cárcel de Rancagua captaron hace un año cómo funcionarios de Gendarmería golpeaban con palos a unos reos. Tras sacarlos de sus celdas, los llevaron al centro del patio. Arrodillados, en un círculo, los reclusos fueron golpeados hasta el cansancio a punta de bastonazos y patadas. Las duras imágenes, fueron develadas públicamente este miércoles 20 de agosto.
Según un catastro de la Defensoría Penal Pública esta no es una situación aislada. Estos casos se repiten y se reflejan en la cantidad de amparos presentados por defensores públicos contra el actuar de Gendarmería de Chile. En total son ocho recursos de amparo interpuesto entre 2012 y 2014 por casos graves de maltrato físico. Según esta Institución, pese a que los tribunales acogieron los recursos, estas situaciones se vuelven a repetir, incluso en el mismo complejo carcelario como es el caso del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Concepción.
Este análisis al interior de la Defensoría sobre las situaciones más críticas al interior de las cárceles, reveló que existe una alto nivel agresión y tortura de parte de los funcionarios de Gendarmería. Las situaciones más críticas se dan en los penales de Valdivia (amparo del INDH ante Corte de Apelaciones de Valdivia durante el 2013, con 21 internos agredidos en allanamientos y uso de perros), dos casos en Antofagasta, cuatro en Concepción y uno en Coyhaique. Todos con las mismas características: agresiones físicas que bordean la tortura.
En particular respecto del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Concepción, la Defensoría ganó estos cuatro recursos de amparo, casos en donde la Corte Suprema resolvió que “por la gravedad de las actuaciones descritas y el hecho de aparecer reiteradas denuncias, por existir otros recursos de amparo anteriores respecto del mismo centro penitenciario, se debe remitir copia de estos antecedentes al Director Nacional de Gendarmería”. Hasta el momento no se conocen las medidas tomadas por el jefe superior de esa institución respecto de los funcionarios acusados de tales actos de tortura.
Los otros recursos de amparo
Respecto al recurso de amparo interpuesto por la Defensoría de Coyhaique contra Gendarmería ante la Corte de Apelaciones de la ciudad durante el 2012, la Corte acogió el amparo. En este caso hubo golpes y sanciones disciplinarias propinadas ilegalmente contra internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Coyhaique. La sentencia fue confirmada por la Corte Suprema. En septiembre de ese año, seis reos denunciaron haber recibido tratos vejatorios y castigos ilegítimos y que luego fueron confinados en celdas individuales aisladas.
Los otros cuatro casos se refieren al Complejo Penitenciario de Concepción. Durante el 2013, la Defensoría interpuso un recurso de amparo contra Gendarmería por los hechos que ocurrieron en la sección juvenil del establecimiento penitenciario. Allí un grupo de reos denunció golpes, trato cruel inhumano y degradante.
Pese a los hechos, otros tres recursos de amparo fueron interpuestos en el mismo Centro Penitenciario durante el 2013. Por la misma causa “ Golpes y tratos crueles, inhumanos y degradantes a internos” . La primera sentencia fue confirmada por la Corte Suprema que además ordenó, “por la gravedad de las actuaciones descritas y el hecho de aparecer reiterada la denuncia” y remitir copia de esos antecedentes al Director Nacional de Gendarmería. Los otros dos casos también fueron acogidos por la misma corte. Los antecedentes fueron remitidos al Ministerio Público y en último caso se ordenó un sumario.
A estos casos se se suman dos recursos de amparo contra Gendarmería el 2012 en el centro penitenciario de Antofagasta por la misma figura “Golpes, agresión y torturas a internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario”. La Corte ordenó un sumario. En el segundo recurso de amparo por la misma causa, el caso hablaba de un solo reo que fue víctima de maltratos físicos. Allí La Corte de Apelaciones también ordenó un sumario. En esa oportunidad, diez condenados fueron trasladados a la cárcel de Antofagasta y otros dos debieron ser internados en el Hospital Carlos Cisternas, producto de lesiones que les habrían ocasionado funcionarios de Gendarmería.
Según el catastro de Defensoría también hay otros requerimientos efectuados por defensores penitenciarios de la institución que si bien no llegan a la agresión física, pero que representan una vulneración importante a los derechos de los reos. A partir de solicitudes hechas por internos, las denuncias se enmarcan en otros tipos de malos tratos como el traslado a cárceles a otras regiones, donde quedan recluidos lejos de sus familias, recurso que generalmente se utiliza a modo de sanción. Otros casos son la impugnación de sanciones disciplinarias por castigos desproporcionados o impuestos “sin debido proceso”, sumado a otras vulneraciones de derechos.
Son este tipo de casos durante enero de 2013 y junio de 2014, la Defensoría recibió 241 casos de alguno de estos requerimientos (de un universo total de 12 mil 531), pero sólo 169 de ellos han recibido al menos algún tipo de tramitación de los defensores penitenciarios.
Francisca Werth, Jefa Nacional del Departamento de Estudios y Proyectos (DEP) de la Defensoría Penal Pública, revela que una de las situaciones más preocupantes es que pese a los pronunciamientos que existen de parte de los Tribunales, de la Corte Suprema en específico, es que no hay corrección de estas situaciones al interior de Gendarmería.
“Nosotros vamos a tratar de cautelar y proteger los derechos de las personas a través de estos recursos de amparo, logramos decisiones importantes a nivel de Tribunales superiores de Justicia. La Corte Suprema reitera y dice tajantemente que estos no se debe producir, en algunos casos se remiten esos antecedentes al director de Gendarmería, pero básicamente no hay una reacción ni tampoco un cambio de protocolos de actuación o instrucciones que nosotros podamos observar en Gendarmería, porque estas situaciones son reiterativas, por eso siguen sucediendo como lo ocurrido en la cárcel de Rancagua”, comenta la especialista.
Werth reitera que las zonas donde hay más dificultades de este tipo es en Valdivia, Calama y Concepción y comenta que a esos números hay que agregar la reticencia de los reos a denunciar estos hechos, lo que engrosa la lista negra. “Eventualmente ahí hay una situación donde ellos mismos se animan a hacer denuncias, porque en general no ven un cambio a riesgo de un maltrato. No hay que olvidar que el reo está bajo la tutela del Estado, este es responsable y garante de la integridad de esa persona”, enfatiza.
Otro tipo de vulneración que no se contempla en estas situaciones es el problema que existe con los traslados entre cárceles, según Whert por la gestión de cupo que utiliza Gendarmería, y por temas de hacinamiento, a veces se traslada a un número importante de personas de una ciudad a otra. “Esto afecta su vida y su posibilidades de reinserción al perder contacto con su familia (….) No tienen ninguna posibilidad de mantener vínculos que a veces ya están débiles y dañados, estos no son golpes, pero igual constituyen una vulneración de otros derechos muy importantes”, concluye.
El Dínamo se contactó con Gendarmería, pero hasta el cierre de esta edición no se recibió ninguna respuesta.