Día del Detenido Desaparecido: La lucha sigue viva
La idea básica del ejecutor de esta política es "eliminar masivamente a los adversarios sin tener que pasar por el engorroso proceso de un juicio y posterior ejecución pública" (Videla). Se trata de una radical expresión de la negación del otro.
El 30 de agosto se conmemora el Día Nacional del Detenido Desaparecido. Se trata de marcar una fecha para recordar a las víctimas de uno de los peores crímenes de lesa humanidad, cometido masiva y sistemáticamente por la dictadura en nuestro país.
La política de hacer desaparecer a las personas, es decir, secuestrarlas para luego negar su detención y aún su existencia, apartándolas de la protección legal a que tienen derecho, fue implementada por primera vez en Europa por el nazismo y por las fuerzas coloniales durante la guerra de Argelia. Fue, sin embargo, en América Latina – en especial en Chile, Argentina, Perú, Colombia, Guatemala y El Salvador- donde se ha utilizado de manera más sistemática y en el marco del desarrollo de conflictos políticos internos.
La idea básica del ejecutor de esta política, como bien lo explica el ex dictador argentino Jorge Rafael Videla en una ilustrativa entrevista que concedió desde la cárcel, es eliminar masivamente a los adversarios sin tener que pasar por el engorroso proceso de un juicio y posterior ejecución pública de los enemigos. Se trata de una radical expresión de la negación del otro. Posiblemente es la expresión más cruel del terrorismo de Estado que se practicó en nuestro país y que tiene el propósito de acallar para siempre los ideales que el desaparecido representa.
Los ejecutores de esta política del horror, sin embargo, no contaron con la resistencia del entorno de los detenidos. Esperaban una reacción de parálisis y de resignación motivada por el terror, pero se encontraron con el valor de las mujeres, madres, esposas e hijas, que no dudaron en pegarse las fotografías de sus seres queridos en el pecho para salir a las calles a desafiar el terrorismo, revindicar la dignidad humana de las víctimas y apelar a la conciencia de la sociedad.
Han pasado los años desde la aplicación de esta cruel política y sus consecuencias siguen presentes entre nosotros. Seguimos preguntándonos ¿DÓNDE ESTÁN? Los perpetradores ya no niegan los hechos, pero persisten en negar la información necesaria para encontrar la verdad. Por eso la lucha de los familiares se mantiene viva. Son la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Chile, las madres y abuelas de Plaza de Mayo en Argentina, las tejedoras de las chalinas de la esperanza en Perú o la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Guatemala. A todas ellas recordamos y rendimos un homenaje en este día.