Lemebel: "Premio Nacional estaba más arreglado que cara de travesti"

Miles de firmas de lectores y escritores se juntaron para que Pedro Lemebel se hiciera acreedor del Premio Nacional de Literatura. Como se sabe, el galardón quedó en manos de Antonio Skármeta. Los jurados dieron sus razones, el público quedó con un sabor amargo, pero el autor de “Loco Afán” asegura que siempre creyó que ese premio estaba “arreglado”.

Tras sobrevivir a un cáncer de laringe que le dejó notorias secuelas, Lemebel sigue trabajando. “Nunca he dejado de producir, y no es por labor estética ni por ser trabajólico del arte. Odio trabajar. Es más bien por sobrevivencia. La enfermedad en este país se paga muy cara. Pero también sin drama, con un poco de ironía le tuerzo la mano y sigo caminando”, afirma.

Sobre su “postulación” al Premio Nacional, asegura que eso “comenzó como un juego, como una propuesta de mi amigo Sergio Parra (dueño de la librería Metales Pesados) y acepté. Nunca imaginé que tomaría tanta fuerza popular. Una adhesión cariñosa de mi pueblo lector que el jurado no tomó en cuenta”, dice el escritor en declaraciones a La Tercera.

“Nunca creímos que podría ganar. Sabíamos que ese premio estaba más arreglado que cara de travesti”, sentencia.

Por estos días, Lemebel prepara su participación en la Bienal de Sao Paulo, donde se destacará su trabajo de performance junto Francisco Casas, con quien formó en los ’80 el colectivo “Las Yeguas del Apocalipsis”. 

“A buena hora las Yeguas han pasado a la posteridad del arte latinoamericano. El trabajo nuestro sobre los detenidos desaparecidos desde la homosexualidad fue único en el continente. Nadie lo puede negar y debiera estar en el Museo de la Memoria”, dice el artista.