Día mundial de la Alimentación: FAO destaca el valor de la agricultura familiar para luchar contra el hambre
En un planeta donde la demanda de alimentos crece pero tierra y aguas escasean, habrá que producir más, y la solución está en los pequeños y medios agricultores, señala en informe "El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2014".
Las explotaciones agrícolas familiares son la “espina dorsal” en la lucha contra el hambre y para lograr un desarrollo rural sostenible, según destacó hoy en Roma la Organización de la ONU para la Agricultura y Alimentación (FAO).
“El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2014” es el informe que la FAO presentó en Roma y en el que analiza este año el funcionamiento y el valor de la agricultura familiar, con cerca de 570 millones de explotaciones, todo ello en el marco del Día Mundial de la alimentación que se celebra en esta jornada.
Para el organismo de Naciones Unidas, “las explotaciones familiares, que representan más de nueve de cada diez explotaciones agrícolas en el mundo, pueden servir de catalizador para el desarrollo rural sostenible“.
La FAO alerta de que en un planeta donde la demanda de alimentos crece pero los recursos de tierra y aguas escasean, los agricultores tendrán que producir una cantidad mayor y la solución está en los pequeños y medios agricultores.
“Existe un amplio margen para aumentar la producción a través de un crecimiento de la productividad de las explotaciones familiares“, sostiene el informe.
En su análisis, la FAO subraya cómo “las familias de agricultores gestionan los recursos agrícolas del mundo y suministran más del 80 % de los alimentos“, pero muchas de ellas son pobres y se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria.
Innovación
“Innovar” es la palabra clave del informe y de ahí el llamamiento a que los países garanticen que “la investigación, los servicios de asesoramiento, las instituciones de mercado y las infraestructuras” lleguen también a las explotaciones familiares pequeñas y medianas.
“El conocimiento y los incentivos económicos” no sólo ayudan a aumentar la producción sino que también, añade la FAO, son necesarios para que los agricultores tengan en cuenta “la protección de las cuencas hidrográficas, la conservación de la biodiversidad o la importancia de la retención de carbono”.
Para ello, la FAO recomienda que las estrategias de innovación agrícolas deben centrarse “no solo en la mejora de los rendimientos, sino también en un conjunto más complejo de objetivos, entre los que cabe mencionar la conservación de los recursos naturales”.
A los gobiernos, la FAO insta a “incrementar la inversión pública en iniciativas de I+D (inversión y desarrollo) y en servicios de extensión y asesoramiento relacionados”.
En su informe, la FAO afirma que más del 90 % de las explotaciones agrícolas del mundo tienen una gestión individual o familiar y dependen sobre todo de mano de obra familiar.
Según sus estimaciones, ya que apuntan la dificultad de cotejar los datos de todos los países, pues no existen registros, los cultivos familiares “ocupan alrededor del 70-80 % de las tierras agrícolas y producen más del 80 % de los alimentos del mundo“.
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, insistió por su parte en la necesidad de que la agricultura familiar, que es la base de la cadena de suministro de alimentos, adopte innovaciones tecnológicas y pueda así modernizarse.