Agregados del Gobierno en el exterior reciben sueldo promedio de $7 millones
Las altas cifras son equiparables a los de ministros de Estados, senadores y diputados.
Son 30 los agregados nombrados desde marzo pasado que fueron enviados a trabajar en las distintas embajadas radicándose en países de Sudamérica, América del Norte, Europa y Asia, y también en los organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), las Naciones Unidas y la OCDE. Por su cargo, reciben un sueldo entre $5 millones y los casi $8 millones, cifras que son equiparables a los de ministros de Estados, senadores y diputados, según informa El Líbero.
El periodista Osvaldo Monge Aristegui trabaja como agregado de prensa en Brasil y recibe una remuneración de $7 millones 645 mil pesos, convirtiéndose en quien más dinero recibe por su puesto. El ex futbolista Carlos Caszely, en tanto, quien fue nombrado como agregado deportivo y que luego fue ratificado como agregado de prensa en España, recibe un sueldo de casi $7 millones, igual que Javiera Parada encargada cultural en Estados Unidos y María Angélica Álvarez Martín, agregada de prensa en Roma.
Dos tercios de los embajadores que ha nombrado la Presidenta Bachelet militan en partidos de la Nueva Mayoría, y varios son ex diputados y senadores. También se designaron representantes de Chile a ex ministros de la Concertación.
El senador Hernán Larraín, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, señala que los embajadores deben ser de carrera diplomática y que los designados por el Ejecutivo, sean “una pequeña fracción”.
“Para eso los diplomáticos de carrera estudian y entrenan y tienen las experiencias y características que les permitan representar bien al país, y no cometer los errores gruesos como el del embajador en Uruguay, Eduardo Contreras“, señaló Larraín.
El senador cree que se debe crear una norma para restringir los nombramientos diplomáticos para que fijen parámetros y las exigencias sean más altas.
En tanto, el senador José García Ruminot cree que los embajadores deben estar a “la altura del honor de representar a Chile” y que el desempeño se debe evaluar en función de cómo cada uno se desenvuelve en su cargo, independiente de si fue designado o es de carrera diplomática.