Minsal en la UCI: errores y mal manejo ponen bajo cuestionamiento el Plan Ébola
A casi tres semanas de haber anunciado un protocolo de funcionamiento en caso de sospechas de ébola, trabajadores aseguran que el ministerio de Salud aún no ha capacitado como corresponde a los equipos de hospitales y consultorios, ni ha entregado todos los implementos necesarios.
El lunes, la directiva de la Confederación Nacional de los Trabajadores de la Salud (Confenats) recibió dos documentos por parte de dirigentes de los sindicatos de los hospitales de Temuco y San Antonio. Ambos contenían denuncias realizadas por los trabajadores, acusando que aún no habían recibido las capacitaciones necesarias para enfrentar el virus del ébola, como dispuso el Ministerio de Salud (Minsal) en un protocolo que comenzó a hacer circular hace dos semanas.
El caso de Temuco es particularmente grave. El hospital regional de La Araucanía fue escogido dentro de los seis centros hospitalarios a nivel nacional que deben estar en condiciones de atender casos sospechosos de haber contraído la enfermedad. Los restantes son el Hospital de Enfermedades Infecciosas Lucio Córdova (en el Barros Luco) y el Hospital Militar, en la Región Metropolitana; y en regiones, el Hospital de Antofagasta, Punta Arenas y Naval de Viña del Mar.
La situación, sin embargo, no radica solo en esos dos hospitales, sino que se repite a lo largo del país y es principalmente crítica en la Región Metropolitana. Los gremios de la salud denuncian que aún no reciben una capacitaciones que les de la tranquilidad para enfrentar el virus y que muchos de los servicios de urgencia todavía no cuentan con el material adecuado, como mascarillas o trajes de protección.
El proceso ha sido lento y sobre la marcha. Incluso, se entorpeció aún más cuando este lunes el ministerio anunció que el protocolo adoptado en un comienzo para enfrentar el virus -basado en la Organización Mundial de la Salud- era “débil” y reculó para implementar las recomendaciones y el protocolo vigente creado por la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha tratado con éxito distintos casos en África .
De esta forma, el retroceso del Minsal demoró aún más el entrenamiento completo del sector salud, debido a que el nuevo protocolo “es más exigente”, según explican desde el ministerio, y aún se están afinando los detalles técnicos del nuevo plan.
Mientras tanto, el Gobierno ha hecho saber a los distintos centros hospitalarios, gremios y consultorios, vía correo electrónico desde las subsecretarías de Salud Pública y Redes Asistenciales, que pronto tendrán novedades para comenzar a implementar las nuevas medidas.
El cambio al nuevo protocolo se definió rápidamente. Tanto, que desde MSF advirtieron a El Dínamo que ninguna autoridad chilena se había contactado con ellos para solicitar el plan, ni menos asesoría en la materia. La organización señaló que aunque su tarea no es auxiliar a los Gobiernos “si siguen los (protocolos) nuestros por la experiencia que nosotros tenemos, fantástico. Ahora a nosotros ningún país Latinoamericano nos ha pedido apoyo”, aseguró Jonathan Novoa, presidente para América Latina de dicha organización.
Pero hay más. Hasta la tarde de este jueves, la Región Metropolitana contaba con solo un equipo del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) -de la Posta Central- capacitado para atender un caso de ébola, que consiste en una ambulancia con su chofer, un médico y un reanimador. Los tres trabajadores son parte del escaso grupo que ha sido capacitado por parte del ministerio y de los pocos que cuentan con trajes especiales para un operativo de este tipo.
Descoordinaciones
La semana pasada, el ministerio solicitó al Hospital del Tórax sus dependencias para una primera charla y capacitación a enfermeras jefas de los hospitales de la región Metropolitana y de Valparaíso, pero esa vez las asistentes no quedaron tranquilas. Varias concuerdan en que el entrenamiento fue “pobre” porque el protocolo que había entregado el ministerio por esos días ni siquiera había sido enviado a los centros de emergencias para estudiarlo.
Los ensayos que se hicieron ese día, incluso, se realizaron con materiales que se disponían en el minuto y que nada tienen que ver con los que deberán trabajar en caso de tener un caso sospechoso. “Nos decían: ‘imagínese que esta pechera les llega hasta el suelo o que esta mascarilla es la correcta’. Eso no puede ser un buen entrenamiento”, asegura una de las enfermeras de alto rango que asistió a la capacitación.
El protocolo en cuestión ni siquiera había llegado el día en que ocurrió el episodio al interior del Hospital Barros Luco, donde un paciente supuestamente contagiado de ébola fue aislado, para posteriormente dar aviso por altoparlante a todo el centro hospitalario que se debía evacuar. La improvisada medida fue un golpe al ministerio, ya que destapó las descoordinaciones y atrasos en implementar el sistema de emergencias, pese a que se había dicho que se estaba avanzando en la preparación.
Finalmente, el paciente chileno, que venía de Guinea Ecuatrorial -donde trabaja y vive-, fue diagnosticado de malaria, como él mismo había advertido al llegar al centro de urgencias.
Las críticas apuntan directamente al trabajo que vienen realizando desde las subsecretarías, con una “muy mala coordinación” desde ministerio y particularmente de la titular de Salud, Helia Molina.
Tanta es la preocupación que existe en los servicios de urgencia que desde hace más de una semana el mismo Hospital del Tórax -que no está en la lista de 6 hospitales referentes- elabora un protocolo propio basado en las recomendaciones y el trabajo realizado por Médicos Sin Fronteras, modelo que el Minsal solo incorporó este lunes. “El ministerio no es nuestro referente”, dicen altos mandos del recinto, que es líder a nivel nacional de especialidades en patologías bronco pulmonares y cardiovasculares.
Capacitaciones
El ministerio de Salud ha realizado una ronda importante de reuniones con los distintos directivos de los servicios de salud: sin embargo, desde la Confusam critican que la información no ha llegado hasta los propios trabajadores y que no hay conocimiento sobre el protocolo a seguir, sobre todo luego de que este lunes decidieran cambiarlo por el que recomienda MSF.
El presidente de la Confusam, Esteban Maturana, explicó que los trabajadores de los hospitales públicos han manifestado su molestia e inquietud porque “no saben qué hacer” si llega un paciente con síntomas del virus del ébola y quieren evitar episodios como el vivido en el Barros Luco. “A nivel de consultorios y urgencias no hay información suficiente, no ha habido capacitaciones profundas y no han llegado todos los protocolos a seguir. El ministerio está muy atrasado”, dice.
En esa línea, el Minsal tampoco ha entregado el equipamiento necesario a todos los centros para enfrentar casos sospechosos, como mascarillas, antiparras, cubre calzado y los polémicos trajes, señalan los trabajadores.
“En lo concreto hoy, a nivel de personal no estamos preparados para enfrentar esta enfermedad”, concluye Maturana. Asimismo, la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confenats) denuncia que muchos de los trabajadores de centros hospitalarios que deberán atender a contagiados tienen contratos a honorarios, por lo que no cuentan con los resguardos legales ante algún problema mayor, relacionados con eventuales contagios.
Víctor Silva, presidente de la Confenats, concuerda con en análisis realizado por sus pares: “En la letra (del primer protocolo) se ve todo muy bien, pero en la ejecución no se ha cumplido como debe”.
Ante la falta de preparación, las jefaturas de distintas áreas han tomado medidas concretas. Por ejemplo, las directivas de los equipos de reanimadores a nivel de región Metropolitana dispusieron que solamente los “capacitados” podrán participar de los equipos de emergencia, para evitar problemas mayores. Así lo explicó Marcos San Martín, director de la Asociación de Reanimadores de Chile, quien explicó además que no han recibido fechas nuevas de capacitaciones por parte del Minsal.
Hoy, tanto las directivas de los hospitales seleccionados como los trabajadores de planta del servicio público de salud tienen prohibición de comentar sobre la implementación del protocolo “para evitar que se filtre el desorden” que tienen, aseguran desde el Hospital del Tórax. Solo los Seremis de Salud de cada región pueden hacer comentarios, aunque descartan problemas de cualquier tipo al ser consultados.