FAO: Fomento de agricultura familiar en América Latina requiere enfoque transversal
Los retos de las políticas públicas de apoyo a la agricultura familiar en la región fueron el tema de debate de un seminario que organizaron la FAO, la Cepal y otras entidades en Santiago.
Las políticas orientadas a la agricultura familiar en América Latina y el Caribe deben incorporar un enfoque transversal que vaya más allá del apoyo a la producción y tenga en cuenta su importancia en la lucha contra el hambre y la pobreza y la preservación del medio ambiente, dijo hoy la FAO.
“No podemos tratar situaciones distintas con las mismas herramientas, debemos focalizar las políticas orientadas a la agricultura familiar en los desafíos propios de este modo de producción”, dijo en Santiago el responsable regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Raúl Benítez.
El estado actual y los retos de las políticas públicas de apoyo a la agricultura familiar en América Latina fue el tema de debate de un seminario que organizaron la FAO, la Cepal y otras entidades en Santiago.
Carla Campos, secretaria de Desarrollo Rural de Argentina, dijo que los pequeños agricultores pueden ser la solución al problema del hambre en la región, por lo que trabajar con ellos “implica ahondar en una agenda que busca mayor igualdad y equidad social”.
“La agricultura familiar no es sinónimo de pobreza ni parte del problema del desarrollo rural: es parte de su solución“, señaló, por su parte, Álvaro Ramos, coordinador del programa FIDA-Mercosur.
Ramón Llao, representante de las organizaciones de agricultura familiar e indígena de Chile, argumentó que la generación de políticas públicas en esa materia debe responder a la realidad rural, en particular a la situación de mujeres, jóvenes y de los pueblos indígenas.
Desde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), su secretario ejecutivo adjunto, Antonio Prado, aseguró que hay tres grandes retos para el futuro de la agricultura familiar en la región.
Estos son elaborar políticas que hagan viable la agricultura familiar en un contexto de transformación productiva, promover el desarrollo de las capacidades de los productores, que habitualmente presentan bajos niveles de educación, y generar medidas enfocadas en mujeres y jóvenes para facilitar el recambio generacional.
La FAO está trabajando con los gobiernos y los principales organismos de integración regional para incorporar el tema de la agricultura familiar en sus planes de trabajo para erradicar el hambre y la pobreza.
